La segunda sección del informe presentado este año se centra en los beneficios y retos que conlleva la puesta en práctica del Acuerdo sobre Facilitación del Comercio de la OMC (AFC). Dicho acuerdo fue adoptado en la Conferencia Ministerial de Bali, en diciembre de 2013, y se considera un logro muy importante, ya que es el primer acuerdo comercial multilateral alcanzado desde la creación de la OMC, en 1995.
Para su entrada en vigencia, será necesario que dos terceras partes de la membresía de la OMC (108 Miembros) completen su ratificación interna.
A la fecha, 51 países han presentado esta notificación y se espera que el número aumente significativamente en las próximas semanas, de cara a la próxima Conferencia Ministerial, programada para el mes de diciembre.
El informe resalta las importantes ventajas que generará la pronta aplicación del AFC. La metodología empleada para alcanzar estas conclusiones es rigurosa y muy amplia.
Se estima que las exportaciones mundiales de mercancías podrían aumentar hasta 2.7% y los países en desarrollo se verían altamente beneficiados al poder incrementar sus exportaciones hasta US$730 mil millones anuales. A escala global, se calcula que el PIB mundial aumentará un 0.5%.
En el estudio se hace hincapié en los beneficios que proporcionará el AFC para los países en desarrollo. Se espera que el acuerdo apoye a estos países a diversificar sus exportaciones, facilitando su acceso a los mercados internacionales y a las cadenas de valor mundiales, gracias a las gestiones aduaneras más eficientes, reduciendo atrasos y demoras en los plazos de entrega.
De igual forma, se espera que los costos del comercio mundial disminuyan más de 14% en términos globales. Esta situación permitirá a un número cada vez mayor de pequeñas y medianas empresas, participar en el comercio mundial.
En términos de inversión extranjera directa (IED), un estudio realizado entre 2004 y 2013, permitió asociar una mejora de la facilitación de comercio con un incremento en los flujos recibidos de inversión.
Esta correlación representa una importante oportunidad para los países en desarrollo, quienes podrán captar mayores entradas de IED, al aplicar el acuerdo sobre facilitación del comercio y trasladar así un mensaje positivo a los potenciales inversionistas.
En última instancia, se espera que el AFC contribuya también a aumentar las recaudaciones de derechos aduaneros, y otros impuestos recaudados en la frontera por las autoridades, gracias a una simplificación en los procedimientos comerciales. Múltiples estudios concluyen que la probabilidad de prácticas fraudulentas en aduanas es mayor, conforme aumenta el tiempo necesario para despachar las mercancías.
El AFC también permite a los países en desarrollo establecer los plazos para la aplicación de las diferentes cláusulas, e incluso definir las disposiciones específicas en las que requerirá ayuda externa para la creación de capacidades. Para este fin, la OMC creó en 2014 el Mecanismo para el Acuerdo sobre Facilitación de Comercio. Por este medio, se espera facilitar el acceso de los países en desarrollo a diversas fuentes de asistencia.
Guatemala está completando actualmente el procedimiento administrativo de revisión del AFC. Se espera que en breve el acuerdo sea remitido al Congreso de la República, para su pronta consideración. En este sentido y dados los importantes beneficios que generará para nuestro país, cabe hacer referencia a lo indicado por el Director de la OMC en el prólogo del informe: “La clave para obtener todos estos beneficios es una aplicación pronta y completa del AFC.