“Nuestro enfoque en materia de responsabilidad social empresarial está alineado con tres grandes pilares que son: nutrir al mundo, proteger nuestro planeta y enriquecer a nuestras comunidades; esto garantiza que nuestro negocio prospera de la mano con el crecimiento de las comunidades donde tenemos presencia, impactando de forma positiva a los sectores más vulnerables”, expresó Liliana Barahona, Coordinadora de RSE de Cargill Honduras y Guatemala
Durante el Informe Anual de Responsabilidad Social, del período 2017-2018, el cual se dio a conocer en el país en marzo pasado, en un evento que se desarrolló en un hotel en la capital guatemalteca y que contó con la presencia de ejecutivos regionales de Cagill, medios de comunicación e invitados especiales.
Toda esta inversión se dio por medio del programa Nutriendo el Futuro, que engloba las actividades de responsabilidad social, el cual se implementa con éxito desde hace varios años en Centroamérica, coordinando con gobiernos, clientes, proveedores, consumidores, clientes, voluntarios y las comunidades donde tienen operaciones.
Cargill, vela porque toda su operación a nivel global responda a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, asumiendo el compromiso en 11 de ellos, entre los que destacan en la región: Fin de la pobreza, hambre cero, educación de calidad, igualdad de género y acción por el clima.
Este programa ha permitido que:
- Pequeños productores y microempresarios hayan aumentado sus ingresos y capacidad de adaptación al cambio climático.
- Pequeños productores y microempresarios estén mejor organizados, consolidando estructuras asociativas y acceso a mercados.
- Familias vulnerables hayan incrementado sus conocimientos y tengan acceso a información sobre seguridad alimentaria, nutrición, liderazgo y participación.
- Exista mayor capacidad de las comunidades para desarrollar planes de acción para aumentar la seguridad alimentaria y la nutrición.