“El naproxeno sódico pertenece a un grupo de medicamentos conocidos como analgésicos antiinflamatorios no esteroideos (AINEs), los cuales bloquean la producción de unas sustancias llamadas prostaglandinas, que tienen un papel importante en los procesos de dolor, fiebre e inflamación. En cuanto a la difenhidramina, se trata de un antihistamínico con propiedades sedantes (provoca sueño), de manera que favorece un descanso adecuado”, explicó el Dr. Herbert Vides, asesor médico de Consumer Health de Bayer Centroamérica y el Caribe.
Los problemas de descanso insuficiente o de mala calidad traen graves consecuencias a nivel físico, emocional y laboral, incluso pueden poner en riesgo la vida. Estudios han determinado que el cansancio y deficiencia de sueño afecta el razonamiento, la capacidad y la falta de atención, ocasionando que las personas tengan un menor rendimiento o que puedan sufrir accidentes.
“Por ello, es sumamente importante romper el ciclo de dolor-sueño insuficiente e inadecuado, pues al reducir la intensidad de las molestias físicas se mejora la calidad del sueño y así la persona disfruta al máximo los beneficios restauradores de éste. De no hacerlo, el dolor y el cansancio empeorarán, junto con las consecuencias que ello implica”, finalizó el especialista.