Durante el 2016 viajaron 26 mil 74 trabajadores temporales guatemaltecos a los tres países con los cuales hay convenio: México, Estados Unidos y Canadá. En el 2020 la cifra fue de 16 mil 848, una reducción significativa influenciada por la crisis sanitaria.
El Ministerio de Trabajo (Mintrab) afirmó que por el momento no está recibiendo nuevas inscripciones en el Programa de Trabajo Temporal debido a la pandemia.
Geovanna Salazar, viceministra de Previsión Social y Empleo, indicó que se siguen haciendo las gestiones, especialmente con empleadores de Estados Unidos y Canadá, con el fin de que abran oportunidades en el área agrícola y no agrícola.
Cuando se obtienen cupos se busca en la base de datos —de unas 32 mil personas— los perfiles que cumplen con los requisitos del puesto disponible, y si no se encontrara, se procede a hacer una convocatoria focalizada, según la ocupación o el requerimiento de los empleadores.
Después la persona pasa por un proceso de selección y contratación. El siguiente paso es la solicitud de visa, que debe tramitarla el interesado con acompañamiento del departamento. Por último, la embajada tiene la potestad de otorgarla o no, según sus normativas.
Salazar aclaró que el Departamento de Movilidad Laboral no otorga las visas , sino es la embajada correspondiente la que decide, “esto debido a que las personas piensan que el Mintrab decide”.
El procedimiento anterior también se aplicará a las seis mil visas que EE. UU. anunció el 20 de abril último para trabajadores no agrícolas de Guatemala, El Salvador y Honduras.
Canadá ha demostrado ser más ágil en este aspecto y en opinión de su embajadora, Rita Rudaitis-Renaud, representa una oportunidad para muchos guatemaltecos que buscan oportunidades laborales para contribuir al desarrollo económico de sus familias y comunidades.
El programa de trabajadores temporales creció de poco más de 5 mil trabajadores en el 2014 a 7 mil en el 2019 y casi 12 mil en el 2020, dijo la diplomática.
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Depuran base de datos
Según registros del Mintrab, en 2019 se inscribieron 34 mil personas en el Programa de Trabajo Temporal, pero después de depurar los formularios se redujo a 32 mil.
Esto, porque algunos venían sin firma, sin número de Documento Personal de Identificación (DPI) o porque al comunicarse con algunas de estas personas, indicaron que ya no estaban interesadas por diferentes motivos.
En ese sentido, Luis Linares, especialista en temas laborales y analista de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asies), hizo ver que es preciso revisar la base de datos del Mintrab, porque muchas personas quedaron fuera y sí llenan el perfil solicitado.
Ursula Roldán, directora del Instituto de Investigación y Proyección sobre Dinámicas Globales y Territoriales de la Universidad Rafael Landívar, hizo mención a que en su momento hubo denuncias de fraude, porque había asociaciones que hacían los trámites. Posteriormente el Mintrab se hizo cargo de las gestiones, pero en lugar de optimizar dicha labor, las visas disminuyeron.
“La pandemia tuvo que ver, pero la gestión institucional pública es deficiente. Esto significa que no están gestionando las crisis y demandas sociales, sumado a que por los estancamientos políticos que ha habido en las negociaciones entre EE. UU. y Guatemala, ha empeorado. Esas circunstancias hacen que los programas no se implementen adecuadamente”, enfatizó Roldán.
Apoyo es un alivio temporal
Linares agregó que estos apoyos como su nombre lo indica son “temporales” y no solucionan un problema profundo y de raíz ante la falta de oportunidades de empleo en Guatemala.
Roldán coincidió en que el programa de visas son un “alivio”, pero las cuotas son mínimas, es decir, esas seis mil visas no corresponden a los 300 mil y 400 mil migrantes que salen anualmente hacia Estados Unidos de Centroamérica buscando trabajo.
“La petición que deberían plantear los gobiernos centroamericanos sería ampliarla, pero por mucho más que seis mil visas y de una manera pronta y ágil”, enfatizó Roldán.
