¿Cuál es la situación de las zonas francas en la actualidad en Guatemala?
Parte de mi visita es reforzar el mensaje de la importancia de las zonas francas, las zonas libres, especialmente en Guatemala, donde hubo una reforma en el 2016 que afectó drásticamente a las zonas francas, se perdieron 160 inversionistas que estaban creyendo en este mecanismo y en esta lista negativa se quedaron por fuera sectores que representaban grandes inversiones, exportaciones y generación de empleo.
Se busca otra vez la reforma para incentivar esas empresas que se perdieron, estamos hablando de 4 años en los que el crecimiento de las zonas francas ha sido quieto a comparación del resto de la región, es decir, ha estado estable, sin embargo, si se logra la reforma que mediante Agexport se está impulsando, buscaríamos que estas inversiones que se fueron vuelvan al país.
Le menciono datos importantes en América Latina. La región cuenta con 630 zonas francas que están generando 1 millón de empleos directos formales dentro de las zonas y alrededor de 3 millones de empleos indirectos. Están generando US$38 mil millones de exportaciones al año, esa casi lo mismo de lo que exporta Colombia como país.
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En República Dominicana el 7.9% del Producto Interno del Bruto (PIB) del país sale de zonas francas, se está volviendo en un mecanismo fundamental para la economía. En Uruguay, está en 4.8%, en Panamá Pacífico una de las zonas libres en Panamá aporta casi el 2% al PIB. En Costa Rica 60% de las exportaciones del país salen de zonas francas y el mismo porcentaje en República Dominicana.
El promedio de empleo formal es mucho mayor en países que impulsan las zonas francas, en Costa Rica estamos hablando que 6 de cada 10 nuevos empleos formales que se generan en el país salen de zonas francas. Estas inversiones que llegan al país siempre están acompañadas de una economía local que suple, para hacer encadenamientos y luego las exportaciones.
Es un mecanismo que todos los países de la región cuentan y que en Guatemala es necesario reforzar lo que se está haciendo. En el país hay 7 Zonas Francas operativas, 200 usuarios, generan 2 mil 400 empleos directos y formales y se busca que de los 42 sectores que se prohibieron en la ley del 2016 se vuelvan a permitir 13 que ya estaban en operación antes de la modificación de la ley.
¿Qué incentivos ofrecen otros países y qué les ayuda para tener certeza en este tipo de inversiones?
En este momento las empresas están buscando certeza y estabilidad jurídica. El país más reconocido es Uruguay que está dando un contrato de estabilidad jurídica hasta por 30 años donde no pueden ser modificadas las reglas de juego en caso de que haya una reforma tributaria o que llega un nuevo gobierno. Y en el resto de países no hay ese tipo de contratos, pero los gobiernos se han comprometido y han entendido que estos son los mayores mecanismos de formación de empleo, de exportaciones.
En República Dominicana se les ha llamado para la recuperación económica ya que el turismo por la pandemia no está resaltando. En Colombia a principios del 2021 se hizo reforma que se denomina zonas francas 4.0, ya que las zonas francas tienen tenían un plazo de 30 años y se estableció una prórroga de 30 años. Los gobiernos están buscando dar certeza jurídica a las inversiones, porque si no la hay, tienen un abanico de oportunidades de zonas francas de otros países.
¿Cómo ve el panorama en Guatemala, ya que, después de 4 años no se han logrado aprobar nuevas reformas para incluir a otras actividades para operar en zona franca?
Estamos en un momento crucial para que esos sectores que en el 2016 quedaron por fuera de la lista se vuelvan a incorporar, y sean los llamados a la recuperación económica de Guatemala, de ahí la importancia de que realmente salga adelante la ley para generar mayor estabilidad jurídica.
Se deberían restablecer los sectores productivos que generan la mayor cantidad de empleo.
En el país se cuestiona que se sacrifica el ingreso de impuestos al fisco, pero que no se logra conocer el impacto positivo en el empleo, inversiones e ingresos de otros impuestos…
Dentro de los países cada vez más los controles aduaneros tienen que ser parte de la zona franca.
En muchos de los países las aduanas, o están controlando con sistemas operativos o incluso tienen una oficina dentro de la zona. La Organización Mundial de Aduanas busca que las zonas francas sean autorizadas como Operadores Económicos Certificados.
En los países nuestra lucha es constante con los recaudadores porque dicen: nosotros les estamos dando más incentivos, pero, ¿a cambio de qué? En ese sentido, se han hecho cuatro estudios donde se muestra numéricamente que las zonas francas son buen incentivo para el país.
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En Colombia, por cada US$1 que el gobierno dejar de percibir en impuestos, está recibiendo US$3 en otro tipo de impuesto que está percibiendo al empleo formal en zonas francas, transferencias de tecnología, compras locales, encadenamientos productivos, exportaciones. En República Dominicana la relación es de US$1 a US$6; en Costa Rica es US$1 a US$2.6; en el El Salvador US$1 a US$2.6 y recientemente salió el de Panamá y dependiendo de la zona franca, si es logística o destinado a manufactura está entre US$1 a US$2 o US$1 a US$6.
En Guatemala no existe un estudio de estos, pero hay plan de poder calcularlo una vez que se restablezcan las zonas.
¿Qué panorama hay para las zonas francas ante la coyuntura por el impacto de pandemia del coronavirus?
No había existido un momento más histórico y positivo para las zonas francas que este. Primero, venimos de una guerra comercial entre Estados Unidos y China donde las empresas tenían incertidumbre.
Segundo, llega la pandemia donde toca reestablecer todas las cadenas globales de valor, ya que se dependía de un solo mercado, y el tercero, con la última crisis en el por el bloqueo en el canal de Suez, las empresas se dieron cuenta de que hay que estar más cerca del mercado y no pueden depender de un solo destino de producción. Estas tres coyunturas han sacudido al mundo para que el comercio internacional se reinvente.
Adicionalmente, hay cuatro casos de cómo las zonas francas ayudaron durante la pandemia:
- Se convirtieron en centros logísticos humanitarios –para recibir tapabocas y respiradores–.
- En la zona franca Bogotá se están recibiendo todas las vacunas dentro de la zona para ser distribuidas, por temas de seguridad y control.
- En Barcelona, se estableció la fabricación de respiradores a partir de impresión 3D.
- Son los laboratorios móviles que se están produciendo móviles para adaptarse al interior de las zonas francas.
Las textileras ubicadas en zonas francas en Nicaragua y Honduras, fueron las primeras en reinventarse y hacer tapabocas en temas de bioseguridad.