Reunir el capital para abrir un gimnasio fue un reto, dice, pero con el apoyo de la familia, amigos y los buenos récords crediticios, pudo salir adelante.
The Fit Center se enfoca en ofrecer asesoría para cambiar hábitos nutricionales. Uno de sus objetivos, cuenta, es impactar en la vida de muchas personas, más allá de lo estético. Esto lo hace a través de planes integrales y personalizados en nutrición y ejercicio.
“La pasión que le ponemos a lo que hacemos se refleja en el servicio que se les da a los clientes. Nos adaptamos a las necesidades de los asistentes y a cada uno le damos la atención que se merece y necesita. Además, contamos con una persona profesional en nutrición y con un especialista en quiropráctica”, comenta Muñoz.
A Fit Center asisten personas de diversas edades, como jóvenes, adultos y de la tercera edad. A cada uno se le enseña, en forma personalizada, cómo hacer cada los ejercicio a su propia intensidad.
Actitud positiva
Después de haberse recuperado al cien por cien de sus lesiones, Juan Pablo Muñoz mantiene una actitud positiva y decidió certificarse en Estados Unidos, en el programa insanity.
Este es un plan de entrenamiento donde se trabajan los músculos mediante ejercicios cardiovasculares, generando resistencia y un cuerpo delgado, bajo en grasa y totalmente definido.
No se necesitan equipos ni pesas de ningún tipo. Muñoz también obtuvo una certificación como entrenador personal y recibe cursos en línea para mantenerse actualizado. Además, es ingeniero industrial y cuenta con dos maestrías, una en Guatemala y la otra en Costa Rica.
“Me considero un emprendedor. Me apasiona aprender cosas nuevas y disfruto llevar un estilo de vida saludable. No me dejo vencer; asumo el reto”, afirma.
A mediano plazo, pretende abrir otros gimnasios en otras áreas del país, y en un futuro desea ofrecer franquicias.