Vecinos entrevistados coincidieron en que esa situación de anarquía está afectando hasta el suministro de servicios esenciales; uno de ellos es la recolección de basura, pues el tren de aseo ha suspendido sus labores, por lo que promontorios de desechos “lucen” por todos lados.
Por un cabildo
La crisis comenzó el 30 de octubre pasado, cuando en un cabildo, concejales, síndicos y vecinos acordaron separar al alcalde Carlos Orellana, del FRG, sindicado de alterar facturas por más de un Q1 millón.
Nombraron en su lugar a Juan Leonel Obregón, pero ahora éste enfrenta un vacío de poder, porque síndicos y concejales del partido oficial le retiraron su apoyo.
Según indicaron trabajadores ediles, Carlos Orellana sigue llegando a esa municipalidad, pese a que en el cabildo fue desconocido, y actualmente ocupa una oficina, mientras Obregón labora en otra de esa misma comuna mazateca.
Como si esto fuera poco, los trabajadores tienen ocupada la alcaldía desde hace siete días, para exigir un aumento salarial de Q250.
Además, habitantes de San Gabriel protestaron ayer frente a esa municipalidad para pedir que retiren el incinerador de basura de esa jurisdicción, que contamina el lugar.