Hace unas semanas salió del hospital, después de siete meses de cuidados intensivos, y quedó a cargo de su tía María Pérez.
Maryori estaba muy emocionada por el festejo, y era la primera vez que era sorprendida de esa manera.
Como regalo recibió su juguete favorito, una chumpa para protegerse del frío y cremas hidratantes para su piel, que se encuentra en recuperación.
La familia también recibió una canasta llena de víveres.
Maryori se encuentra en un entorno de amor, y dar un poco de felicidad es el verdadero sentido de la Navidad.
El momento fue especial, en el que compartieron un pedazo de pastel, varias historias de alegría y emoción, además de disfrutar varios juegos junto a la pequeña.