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Mineduc asegura que remozó centros educativos, pero en tres años solo compró 47 mil escritorios para 3.1 millones de estudiantes que regresaron a las aulas

El ciclo escolar 2023 comenzó con más de 3.1 millones de estudiantes en el sector público, sin embargo, en tres años solo se compraron 47 mil escritorios cubrir las necesidades en las escuelas.

La falta de escritorios quedó evidenciada en el primer día de clases presenciales. (Foto Prensa Libre: María José Bonilla)

La falta de escritorios quedó evidenciada en el primer día de clases presenciales. (Foto Prensa Libre: María José Bonilla)

Apolillados, quebrados, oxidados e insuficientes. El deterioro de los escritorios y la infraestructura en las escuelas quedó evidenciado con el inicio del ciclo escolar 2023 en el sector público el pasado lunes.

Los estudiantes llegaron a los centros educativos después de meses sin clases presenciales por las restricciones que originó la pandemia del covid-19, tiempo en que los centros educativos estuvieron bajo llave, y la humedad, el calor y el polvo dañaron el mobiliario que ya estaba en malas condiciones y era escaso, principalmente en la provincia.

Esas carencias llevaron a que en algunos establecimientos, como en la Escuela Oficial Ocho de Marzo, en Bárcenas, Villa Nueva, los padres de familia buscarán entre una pila de pupitres inservibles cuál estaba menos dañado para que sus hijos recibieran su primer día de clases.

Las condiciones de las escuelas no prometen mejorar en el corto plazo, pues el portal Guatecompras registra que entre el 2020 y 2023 únicamente se compraron 46 mil 933 pupitres para equipar los establecimientos. La cantidad resulta insuficiente cuando más de 3.1 millones estudiantes retornaron a la presencialidad en el sector público, según la proyección del Ministerio de Educación (Mineduc).

 

El informe Verificación del derecho a la educación en los niveles primario, básico y diversificado elaborado por la Procuraduría de los Derechos Humanos en el 2019 hace una evaluación de los recursos con que cuenta el sistema educativo en el país.

Entre los hallazgos se estableció que el estado del mobiliario no era la adecuado para dar “una educación de calidad”, como tampoco garantizaba “condiciones dignas para el aprendizaje” de los estudiantes. Se verificó que uno de cada dos escritorios de los 300 establecimientos públicos supervisados estaba deteriorado.

En cuanto a la infraestructura el informe señala que el 47% de la pintura en las escuelas estaba en malas condiciones, al igual que el 39% de los techos, el 39% de las ventanas y el 26% de las puertas. Mientras que el 14% de los centros educativos tenían piso de tierra o de cemento.

Tres años sin mejoras

En tres años se adjudicaron 13 concursos en el sector público para adquirir escritorios para las escuelas, y los compradores son municipalidades, la Secretaría de Bienestar Social de la Presidencial, el Fondo de Desarrollo Social (Fodes) y el Mineduc. En total la inversión asciende a Q8.5 millones.

Las municipalidades que compraron el mobiliario fueron Los Amates, Izabal; Palín, Escuintla, y la de Chinautla, Guatemala, equipo que entregaron a establecimientos educativos ubicados dentro de su jurisdicción.

Mientras que la compra más robusta la realizó el Fodes por 42 mil 432 escritorios, que según la ministra de Educación, Claudia Ruiz, fue una adquisición que se trabajó con el Mineduc. Según las bases del evento serían distribuidos a distintos centros escolares. Fue un desembolso de Q7.8 millones.

Desde el comienzo de la pandemia, el Mineduc tan solo ha comprado a través de cuatro direcciones departamentales, la Dirección de Planificación Educativa y la Dirección General de Educación Física un total de 2 mil 901 pupitres por Q435 mil 574. Resulta un gasto mínimo para la necesidad que hay en las escuelas, las cuales también requieren de trabajos de restauración para que los niños reciban clases en instalaciones adecuadas.

En el Sistema de Contabilidad Integrada (Sicoin) el ministerio tiene para este año Q286.1 millones destinados al remozamiento de centros educativos del sector público, trabajos urgentes que se evidenciaron durante la pandemia, y los trabajos de reparación han sido lentos.

De acuerdo con Ruiz, hay 13 departamentos que ya recibieron escritorios, y la cartera tiene una planificación que trabajó con el Fodes para continuar con las entregas. Agregó que se invertirán alrededor de Q25 millones para compra del mobiliario a través de un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Los estudiantes se encontraron con escuelas sin remozar, en su primer día de clases presenciales. (Foto Prensa Libre: María José Bonilla)

“Lo que no se ha hecho en 18 años, en tres años es difícil poderlo lograr, sin embargo, hemos logrado casi 10 mil centros educativos remozados”, dijo la funcionaria y asegura que tienen un plan de remozamiento que incluye el poder reglamentar que las Organizaciones de Padres de Familia (OPF) y la comunidad educativa se ocupen de cuidar esos trabajos de restauración de los edificios.

Pero Ester Ortega, analista de educación y exviceministra de Diseño y Calidad Educativa, no comparte las palabras de la funcionaría e indica que las condiciones precarias de las escuelas son un reflejo de la escasa planificación del Mineduc para el retorno a la presencialidad de los estudiantes, cuando se tuvo el tiempo suficiente para mejorar las condiciones de los establecimientos durante los meses que no hubo clases.

“Hay ineptitud de las autoridades, pues no hay un plan de trabajo para atender las necesidades más urgentes. Tampoco se toma en cuenta lo que esto afecta en el proceso educativo, se disminuye la calidad de la educación, pero pareciera que no les importa”, dice Ortega.

En el tema de la falta de escritorios menciona que se han comprado muy pocos para equipar las escuelas, pero también se da nuevo mobiliario a los centros educativos que quizá no los necesitan porque el que tienen puede ser reparado, el problema es que no los reparten a aquellos establecimientos que no tienen más que block, bancas y mesas improvisadas de madera para que los niños reciban clases, lo que es común en las aldeas.

Ortega es del criterio de que los trabajos de remozamiento y compra de escritorios debió hacerse el año pasado, previendo que el 2023 sería presencial.

“El problema principal que tiene el ministerio es que centraliza la inversión porque si delegara a las organizaciones de padres de familia los remozamientos, y estas trabajaran simultáneamente bajo la supervisión de la cartera se podría tener las escuelas en mejores condiciones, y se tendría una mayor cobertura”, agrega.

 

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