El oficial Marlon Chacón, de la estación 9; y Héctor Aquino, de la 2, evitaron, junto a un equipo de trabajo, que Víctor Manuel Torres se suicidara tras lanzarse al vacío de un edificio ubicado en la 23a calle y 15a avenida de la zona 13 capitalina.
Carlos Hernández, portavoz del CBM, asegura que este tipo de hechos no son cotidianos, y aunque se han dado en los puentes Belice y El Incienso de la capital, por ejemplo, son incidentes desconocidos para ellos como bomberos porque no saben qué tipo de persona es la que intentarán evitar que se prive de la vida.
“Llegamos a este tipo de sucesos enfocados en dar un soporte psicológico básico. Muchas veces porque los compañeros son religiosos es que logramos apoyar, pero es muy compleja este tipo de situaciones”, asegura Hernández.
Lo dice porque está claro que las personas que intentan atentar contra su vida tienen algún problema emocional, quizás están enfermos, sufren de esquizofrenia. “Realmente no sabemos a qué nos enfrentamos y eso lo hace más complicado”, dice Hernández.
Y este fue el caso de los oficiales Chacón y Aquino, quienes en los vídeos que han circulado en redes sociales recibieron los aplausos de personas que los llamaron para atender esta emergencia. El incidente les llevó por lo menos una hora y media. De ese tiempo quizás fueron más de 30 minutos para persuadir a Torres de no hacerlo.
El oficial Chacón explica a Prensa Libre que al llegar al lugar donde se intentaba lanzar el ciudadano salvadoreño se obtuvo la información de la situación y establecieron que el sujeto amenazaba “con tirarse al vacío de una altura de tres pisos (unos 20 metros, aproximadamente).
Chacón recuerda que dispusieron dialogar con Torres para disuadirlo de sus intenciones suicidas. El grupo de elementos de Bomberos Municipales se dividió en grupos, y cada cual asumió un rol para salvar una vida, que al final, como dice el portavoz Hernández, es el objetivo del cuerpo de socorro municipal.
“Prefería morir a volver a El Salvador”
Este grupo donde estaba Chacón coordinó más apoyo y llamó para que llegara la unidad S-02, que es un auto escala. Al arribo de ese vehículo acordaron extender la escalera para que un elemento pudiera persuadir a Torres de no lanzarse al vacío.
Chacón explica que el oficial en la escalera, Héctor Aquino, procedió a darle apoyo psicológico básico y mientras el armaba un sistema de cuerdas y anclajes como seguridad para acercarse a la persona, rescatarla y ponerla a salvo en el momento preciso.
“En el momento del diálogo de Torres con mi compañero Aquino, el ciudadano salvadoreño se distrajo y se dio la oportunidad de actuar y evitar que se lanzara. Se le puso en la terraza y ya seguro se le siguió dando apoyo emocional”, asegura Chacón.
El oficial del CBM, Aquino, conversó con Torres y explica que repetía que prefería morir a que lo regresaran a El Salvador, porque allá ya no tenía familia, que todos estaban muertos.
23 Calle y 15-64 Zona 13, Ciudad.
El Oficial Omar Valle de @bomberosmuni brinda más información sobre el suceso. pic.twitter.com/ITXkCvpLsO
— Bomberos Municipales (@bomberosmuni) September 5, 2023
“Evitamos una tragedia”
En este sentido, el oficial Aquino, que estuvo en la canasta, de frente con Torres, relata que cuando llegaron al lugar lo único que se plantearon fue evitar que el sujeto atentara contra su vida. “Nuestro trabajo es evitar las pérdidas humanas”, enfatiza.
Pero según Aquino, Torres no colaboraba a no hacerlo y se resistía a subirse a la canasta o retirarse del lugar. “Tomé la decisión de hablarle. Le dije que la vida tiene un propósito y que existe un Dios por el cual vivimos. Entonces le acerqué mi celular para que le hablara a una persona que lo pudiera convencer de otra forma”.
Torres aceptó hacerlo, quiso tomar el teléfono y fue en ese momento que aprovecharon para agarrarlo y ponerlo a salvo. “Evitamos una tragedia”, revela satisfecho.
Aquino comenta que Torres, ya a salvo, les dijo que para él la vida no tenía sentido, porque ya no tenía familia, que todos estaban muertos, que no tenía trabajo, que se sentía solo, que quería desaparecer, que para él no tenía un significado la vida, y por eso había tomado esa decisión. “Prefería morir a regresar a El Salvador”, insistía.
Finalmente, con renuncia a hacerlo, los Bomberos Municipales lo pudieron bajar. “No quería colaborar, estaba renuente, pero logramos bajarlos al primer piso. “Lo evaluamos, llegó una sicóloga de la institución, se calmó, y quedó bajo resguardo de la PNC”.