La última cifra de contagios en un día, hasta el pasado domingo 24 de mayo, fueron 370, por lo que el llamado del mandatario para que la gente cumpla con el distanciamiento social y otras medidas de higiene son imprescindibles para evitar más contagios.
El presidente Giammattei sí reconoció que “el cierre es inminente” hasta por 15 días si la cifra supera los 500 casos de manera sostenida; ese escenario incluiría paralizar también la industria para frenar una escalada de contagios que podría hacer colapsar el sistema de salud.
Apertura
En el otro extremo, explicó el mandatario, están tres fases de apertura del país que podrían darse al ritmo directamente proporcional en que los contagios vayan siendo menos.
Hay protocolos establecidos y en discusión con todos los sectores del país, indicó el presidente, que dijo que el primer sector que podría abrir, porque es la actividad económica que menos casos ha reportado, es la construcción.
- Fases 1: esta primera fase tendría como cambio más drástico y perceptible reducir una hora la restricción de movilidad, es decir, que fuera la fase de libre locomoción de 5 a 18 horas.
- Fase 2: esta etapa extendería la ventana de locomoción de 5 a las 20 horas, más otras actividades que podrían tener permiso de operar.
- Fase 3: esta fase se denomina también “la nueva normalidad” que levantaría completamente la restricción de locomoción en una primera etapa y abriría el resto de los comercios y servicios de forma escalonada hasta llegar al transporte público, que sería el último servicio que se habilitaría.
El presidente Giammattei insistió en que cada fase es progresiva pero también podría sufrir algún retroceso en la medida que se controlen o no las infecciones. “Es como la pista de Mónaco, donde hay curvas muy cerradas y rectas muy cortas: cuando se pueda hay que acelerar lo más que se pueda y frenar cuando sea necesario”, explicó el mandatario.