Las 13 piezas, cuya autenticidad fue certificada, se componen de figurillas, platos y cristales labrados entre 250 y 850 dC por el pueblo maya.
La ceremonia tuvo lugar en Berlín, en representación de la región de Sajonia Anhalt, donde fueron descubiertos en 2020. Su presidente Reiner Haselhoff los entregó a los embajadores guatemaltecos Jorge Lemcke Arevalo y mexicano Francisco Quiroga.
Once de las piezas fueron fabricadas en lo que hoy es Guatemala y dos figuras provienen de Teotihuacán, la ciudad más grande de América precolombina, situada a unos 40 kilómetros de Ciudad de México.
“Confiamos en que otros propietarios de objetos similares sigan el mismo camino”, expresó Lemcke Arevalo en una conferencia de prensa. Su colega mexicano habló de un gesto “ejemplar” del Land. “El comercio ilegal de bienes culturales debe evitarse y combatirse”, añadió Haselhoff.
“Los objetos robados por los saqueadores de tumbas o de antiguas colonias no sólo están en los museos, sino que también pueden encontrarse en nuestras bodegas o en nuestros graneros”, afirmó.
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Patrimonio cultural
La policía encontró las 13 piezas en una granja en Klötze, Sajonia Anhalt, una región del este del país. En 2007, su antiguo propietario había enterrado en una caja dos rifles de la Segunda Guerra Mundial, que pertenecían a su abuelo, y los objetos.
Afirmando que quería entregar las armas, cuya posesión es ilegal, el nuevo propietario se había puesto en contacto con las fuerzas del orden en 2020 e indicó el lugar donde los había enterrado en el sótano de la propiedad.
Los policías encontraron los rifles, y a su estupefacción y la del nuevo propietario, también los objetos envueltos en papel periódico, precisó la fiscalía.
Según el estado de Sajonia Anhalt, las esculturas probablemente fueron robadas por saqueadores de tumbas en Guatemala y México antes de ser vendidas en el mercado negro.
No se inició ningún procedimiento judicial ya que los hechos están prescritos.
El hombre afirmó no tener idea de su origen ni de su valor real. Declaró que los había comprado por unos US$100 en un mercado de pulgas de Leipzig, en 2003, según varios medios de comunicación alemanes.
En el mercado del arte, las pequeñas figuras se venden entre US$1 mil 700 y US$2 mil 300 cada una, según los documentos de expertos presentados en la conferencia.
Las subastas de objetos de esta época no son raras en Alemania. En septiembre, una casa de Múnich había puesto en venta más de 300, todos ellos acompañados de un certificado que demostraba que se encontraban legalmente en Alemania.
La operación había provocado las protestas de varios países de América Latina y el Caribe puesto que se trataba de su patrimonio, según una carta conjunta de embajadores de estos Estados en Alemania.
#DiplomaciaCulturalGT |El @GuatemalaGob por medio del @MinexGT agradece al Gobierno alemán, la devolución de 11 piezas arqueológicas entregadas de manera voluntaria a la @embagtalemania, las cuales forman parte del patrimonio cultural guatemalteco.#Nota➡️https://t.co/F3bbqyCzff pic.twitter.com/kWxLpUbok7
— MINEX Guatemala 🇬🇹 (@MinexGt) November 5, 2021
“El patrimonio cultural de un país no debe ponerse a la venta”, reiteró el viernes 5 de noviembre por su parte el embajador mexicano.