En las escuelas los escolares reciben un plato de comida con los requerimientos nutritivos necesarios para su edad. Según la Ley de Alimentación Escolar, es un “complemento a los alimentos que reciben en el hogar y que contribuye a satisfacer su dieta diaria”, sin embargo, para muchas familias en vulnerabilidad social, este representa la oportunidad para que los niños puedan comer por lo menos una vez al día.
Debido a esta urgente necesidad, el Ministerio de Educación (Mineduc) faculta a las Organizaciones de Padres de Familia (OPF) para que compren, con el dinero que la cartera les transfiere, alimentos no perecederos para repartirlos entre las familias de los estudiantes. Esto se hará durante el tiempo de la suspensión de clases, según el Acuerdo Ministerial 825-2020 publicado el lunes último en el Diario Oficial.
Plan de emergencia
Las OPF son las encargadas de comprar y elaborar los alimentos que diariamente reciben los niños en las escuelas, y lo hacen conforme una lista de menús nutritivos que el ministerio establece. Ante esta emergencia, estas serán las que adquieran los productos y los distribuyan entre los padres de familia o quienes figuran como encargados de los estudiantes.
“Se encontró la manera para atender a los niños que en este momento están en sus hogares sin alimentos, y que muchos de ellos llegan a la escuela con la esperanza de tener un plato de comida”, señaló la ministra de Educación, Claudia Ruiz.
Las OPF ya tienen el dinero para comprar los productos. El Mineduc ya les transfirió el segundo desembolso para cubrir 50 días de alimentación escolar, un total de Q475.3 millones.
Con el monto que ya tienen en sus cuentas bancarias, las organizaciones deben adquirir alimentos perecederos para cubrir 15 días de refacción. Son Q4 diarios lo que se tienen previsto por niño, por lo que, los productos que entregarán por cada estudiante ascienden a Q60.
Son tres menús los que nutricionistas del Mineduc adaptaron para que las OPF adquieran esos ingredientes y los entreguen a los padres de los estudiantes para que los elaboren en casa. Algunos de estos son frijol, arroz, azúcar cereal fortificado, pastas, harina de maíz y aceite.
“Se dará una dotación por niño inscrito en el ciclo escolar, esta se entregará en las manos del padre de familia o del responsable que inscribió al estudiante en la escuela. Si la familia tiene dos o tres niños en el centro educativo, se entregará ese mismo número de raciones a la familia”, señaló la ministra de Educación, Claudia Ruiz.
La medida ministerial no cubre la primera semana que los estudiantes no asistieron a clases por el Estado de Calamidad establecido para frenar la propagación del nuevo coronavirus en el país.
“Las disposición no es retroactiva. Fueron 21 días lo que se suspendió (el ciclo escolar), pero al día de hoy serían 15 días los que el niño tendría derecho de esta refacción escolar, estamos hablando de Q60”, indicó Érick Fernando Mazariegos Salas, viceministro Administrativo del Mineduc.
Cómo funcionará
En el país hay 30 mil 428 escuelas de preprimaria y primaria, a las que asisten 2.5 millones de niños. El 97 por ciento de los establecimientos cuenta con una OPF, y serán estas la que atiendan la emergencia.
Mientras que en los establecimientos donde los padres no están organizados, que suman 900, serán las Direcciones Departamentales las encargadas de hacer llegar los alimentos hasta los estudiantes. Estas ya tienen la lista de los niños por escuelas que habitualmente reciben la alimentación escolar.
Tanto las OPF como las Direcciones Departamentales serán las que compren los productos y los distribuyan, la idea es involucrar solo a las personas necesarias para evitar aglomeraciones en los procesos, lo que podría representar un riesgo de infección del covid-19.
Como parte del protocolo de prevención de contagio, el Mineduc publicará en su sitio oficial de internet la guía para la entrega de los alimentos. Se enviará, además, una circular a los involucrados con el detalle de los procedimientos a seguir.
Ruiz mencionó que los padres de familia serán citados a las escuelas en grupos no mayores de 10 personas, se cuidará que al momento de recibir la dotación tengan una distancia de un metro y medio entre cada uno para evitar el contacto directo. Los papás deberán firmar un formulario que servirá como constancia de que recibieron el beneficio para sus hijos.
Los casos de coronavirus en el país se han concentrado en la capital, por lo que la distribución de los alimentos comenzará en los departamentos.
“No se van a distribuirá simultáneamente en todo el país, sino que se hará de manera gradual y se iniciará en las áreas donde hay niños en desnutrición, donde hay más necesidades, que son las áreas rurales”, dijo la ministra.
En el caso de las Direcciones Departamentales, estas deberán definir el orden en que distribuirán los productos en cada establecimiento, ya sea por secciones o grados, para evitar aglomeraciones en los centros.
A criterio de María del Carmen Aceña, ex ministra de Educación y analista del Centro de Investigación Económicas Nacionales (Cien), para las direcciones será una tarea complicada pues deben atender a todas las escuelas que están dentro de su jurisdicción y muchas se encuentran a grandes distancias.
“Este es un mensaje para que a futuro las escuelas se organicen y tengan sus organizaciones de padres de familia, porque el director departamental a qué hora distribuirá los alimentos”, dijo la analista.
De acuerdo con Mazariegos Salas, para garantizar que el beneficio llegue a todos los niños de preprimaria y primaria del sector público, las OPF deben tienen que continuar con el proceso de rendición de cuentas que se ha dado en el programa de la alimentación escolar.
“Deben entregar las facturas correspondientes y llenar los libros respectivamente. No estamos quitando ningún proceso de rendición de cuentas”, refirió el viceministro Administrativo.
Mayor supervisión
Según Aceña mencionó la medida tomada por el Mineduc para atender con alimentos a los estudiantes en la emergencia que atraviesa el país es positiva, pero se requiere establecer ciertas estrategias para garantizar que el beneficio sea para todos los escolares.
“Temporalmente la medida está bien, porque para muchos niños era su comida diaria, y muchos de los padres están en la economía informal y en este momento no están prestando su servicio, es complicado, esto es una ayuda para ellos”, mencionó María del Camén Aceña, analista del Cien.
La analista hace énfasis en la necesidad de crear una logística adecuada para que las OPF compren y distribuyan los alimentos de manera eficiente.
Además de crear un sistema de comunicación efectivo para que los padres de familia que están en las municipios y comunidades lejanas se enteren cuanto antes de que sus hijos continuarán recibiendo la alimentación escolar, pero ahora con productos para que los elaboren en sus casas.
Establecer un sistema de monitoreo y de seguimiento de cómo se gastan los recursos es otra de los puntos que Aceña ve necesario definir.
