El viernes 26 de marzo por la mañana, personal administrativo junto con fiscales del Ministerio Público (MP) encontraron múltiples daños en las instalaciones y el robo de equipo de cómputo, materiales de oficina y archivos.
Según lo observado confirmaron que las cámaras de seguridad fueron bloqueadas para evitar la visibilidad.
Además, fueron violentadas puertas y quebraron vidrios para poder ingresar por la fuerza en cada una de las oficinas.
En las diferentes áreas se encontraron puertas de muebles de oficina quebradas o forzadas, documentos desordenados y la ausencia de computadoras, laptops, tabletas, cañoneras, equipo de sonido, micrófonos, material de oficina, galones de gel desinfectante, cajas de mascarillas, material de limpieza, entre otros.
Incluso se teme la pérdida de sellos institucionales e información sensible perteneciente a cada dependencia.
La fiscalía metropolitana del MP dejó constancia, a través de un acta, del saqueo y de los daños, por lo tanto, las autoridades deberán cotejar las tarjetas de inventario con los equipos físicos, para establecer el monto total de las pérdidas.
Por lo anterior, el robo de estos equipos también perjudica a los empleados administrativos que tenían a su cargo, con tarjeta de responsabilidad, cada uno de los bienes que fueron sustraídos.
La USAC interpondrá una denuncia para que se determine la identidad de los responsables del robo masivo.
Los hechos afectan directamente a las áreas administrativas como: Contabilidad, Dirección General Financiera, Auditoría, Secretaría General, Rectoría, División de Protocolo, Dirección de Asuntos Jurídicos, División de Publicidad e Información, entre otras dependencias.
El DIGA también fue saqueado
Por otra parte, en el edificio de la Dirección General de Administración (DIGA), se han contabilizado hasta el momento 82 computadoras sustraídas.
Aún no existe un recuento exacto de los robos y los daños, sin embargo, las pérdidas pueden ser millonarias, afirmaron las autoridades.
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También, lamentaron el saqueo masivo que propició la toma por más de seis meses organizada por el Colectivo Estudiantil Universitario (CEU), Movimiento Estudiantil Universitario Consciente (MEUC) y Frente Estudiantil Revolucionario Robin García (FERG).
En su momento, dichas agrupaciones se opusieron fuertemente al plan integral de seguridad que planteaba el registro de ingreso y la utilización de cámaras con reconocimiento facial dentro del campus universitario.
