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Bebés de reclusas en Gorriones viven en riesgo

Ocho mujeres embarazadas y seis bebés son parte de la población del Centro Juvenil de Privación de Libertad para Mujeres (Cejuplim) Gorriones; sin embargo, las condiciones en que se encuentran no son las apropiadas, por la falta de cuidados médicos y porque la dieta alimenticia puede afectar la salud de ellos y de sus madres.

En las visitas efectuadas en julio del 2016, las jóvenes se quejaron con la PDH de que padecen alergias. (Foto Prensa Libre)

En las visitas efectuadas en julio del 2016, las jóvenes se quejaron con la PDH de que padecen alergias. (Foto Prensa Libre)

Además, permanecen en un lugar que podría representar peligro si se produjera algún disturbio. De hecho, apenas el 4 de febrero pasado el propio centro pidió revisar el caso de una reclusa que ya es mayor de edad y a quien relacionan con la promoción de un motín.

Informes de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH) y de la Oficina de Prevención de la Tortura evidenciaron las condiciones en que permanecían los bebés el año pasado, algunas de las cuales persisten.

La Secretaría de Bienestar Social (SBS) confirmó que ahora hay ocho adolescentes embarazadas y seis bebés de entre siete meses y dos años de edad, y que “cuentan con buena salud” y “nadie presenta inconvenientes”.

Ábner Paredes, defensor de la juventud, de la PDH, refirió que estas jóvenes recluidas en Gorriones se encuentran en el sector 10 y 11, áreas solo para embarazadas y madres.

Recordó que en el informe que presentaron en octubre de 2016, algunos bebés tenían alergias y las madres indicaron que les daban sopa y atol, y que no les permitían tener muchas prendas de vestir para sus hijos. Tampoco recibían suficientes pañales.

Agregó que el pasado 17 de marzo, por solicitud de la PDH, la jueza de Ejecución de Control de Medidas de Menores en Conflicto con la Ley Penal, Verónica Galicia, efectuó una exhibición personal a los cuatro centros de privación de libertad, y en el caso de Gorriones, las jóvenes embarazadas señalaron que no reciben control prenatal ni vitaminas.

“En relación con los temas de los bebés, obedece a la falta de atención médica y, por otro lado, las mismas condiciones del lugar, que no son adecuadas: es húmedo, hay frío y la ropa de ellos no se seca porque no les da mucha ventilación. Esto seguramente genera que tengan algún tipo de alergias. Por lo menos en unos dos bebés es más notoria esta situación”, afirmó.

Hallazgos

La Oficina de Prevención de la Tortura señaló en un informe del 22 de junio del 2016 que en una visita al reclusorio Gorriones había cuatro adolescentes embarazadas y 12 bebés de entre 0 y 4 años, quienes permanecían en un lugar muy húmedo, lo cual vulneraba la salud de niños y madres, ya que era causa de enfermedades respiratorias y dermatológicas.

“La alimentación que se les proporciona a los bebés que viven con sus madres en el centro no es variada, ya que en su mayoría se da solo sopa, y en poca cantidad”, indica el documento.

Se menciona que había un niño con anemia y otro con sarcoptiosis. También, debido a las lluvias, la ropa de los menores no se secaba y muchas veces las madres se la ponen húmeda, lo que causa enfermedades.

En el documento, la Oficina recomienda a las autoridades del reclusorio incorporar una secadora para la ropa de los bebés, y habilitar un área para la recreación de los niños, ya que no hay espacio para ello.

En otro informe que la Oficina de Prevención de la Tortura envió a la SBS el 26 de septiembre del mismo año recomienda que se les proporcione un alimento variado a los niños, rico en nutrientes y supervisado por nutricionistas.

También se sugiere la adquisición de una secadora de ropa.

Según la SBS, Gorriones cuenta con pediatra y nutricionista. En cuanto al área de recreación, se indicó que en el lugar ya no hay espacio para abrir más ambientes, y respecto de la secadora, se admite que no se cuenta con ello, aunque sí con lavadora.

El relator Otto Marroquín refirió que en una visita efectuada en enero último verificaron que ya se incluye leche en la dieta de los niños, gracias a que se han gestionado donaciones.

Agregó que algunas condiciones han mejorado, pero la Oficina siempre mantiene la supervisión y que en cada informe le envían un reporte al Ministerio de Salud y a otras instancias.

El relator presidente de la entidad, Carlos Solórzano, informó que en ese reclusorio las condiciones en que se encuentran las privadas de libertad son precarias, ya que no se cuenta con comedores y estas comen en sus dormitorios, en el suelo, cerca de botes llenos de heces y orines, porque son utilizados como bacinicas. “Es insalubre e inhumano”, apuntó.

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