El 8 de junio de 2001 el Tribunal Tercero de Sentencia condenó a Lima Oliva a 30 años de prisión, más dos años por el delito de falsificación de documentos.
En prisión, el capitán contó con privilegios, como festejar sus cumpleaños con invitados. Además, con una maquila de su propiedad, dentro de la cárcel, se encargó de confeccionar artículos utilizados en la campaña proselitista del Partido Patriota, en el 2011.
Amo de presidios
En septiembre del 2014, el Ministerio Público y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala desarticularon una estructura criminal que involucraba a Lima Oliva como cabecilla y al entonces director del Sistema Penitenciario, Edgar Camargo, sindicados de cobros ilegales en las prisiones.
La investigación documentó que el capitán, “representa para muchos de los reos la verdadera autoridad”, pues a él recurren para solicitar y pagar traslados de reos a centros penitenciarios, favores y privilegios.
“Lima Oliva ejerce indudable influencia en el Sistema Penitenciario y afuera, llegando a diversos ámbitos del quehacer político y económico; es público que mantiene contactos y recibe visitas de diversas personalidades y actores públicos que él mismo ha revelado a través de su cuenta de Facebook; también ha sido evidente el control que ejerce sobre la conducta de los internos e influye para que participen en las actividades internas que gestiona como si fuera la autoridad”, señaló el comisionado Iván Velásquez.
El 24 de septiembre del mismo año, el Juez Primero de Mayor Riesgo B, Miguel Ángel Gálvez, ligó a proceso a Lima Oliva y a otros ocho integrantes de la estructura criminal que lideraba desde la prisión y que se dedicaba al lavado de dinero y cobros ilegales para favorecer a reos en las cárceles.
En prisión, pero adinerado
El 18 de mayo de este año, una propiedad del condenado fue entregada a la Secretaría Nacional de Administración de Bienes en Extinción de Dominio; el inmueble está valorado en US$320 mil.
La residencia que cuenta con 19 ambientes está ubicada en San Marino ruta de San José a Iztapa, Escuintla; estaba a nombre de la hija de Lima.