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Cada día, 6 niñas de entre 10 y 14 años se convirtieron en madres en 2022

La maternidad temprana no deja de ser un problema que las niñas y adolescentes guatemaltecas enfrentan; los casos van en aumento.

Los nacimientos en madres de entre 10 y 14 año aumentaron en el 2022, con relación al año anterior, según informe del Osar. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Los nacimientos en madres de entre 10 y 14 año aumentaron en el 2022, con relación al año anterior, según informe del Osar. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Durante 2022 hubo más bebés que nacieron de madres comprendidas entre los 10 y 14 años, comparado con 2021, según un reporte del Observatorio de Salud Sexual y Reproductiva (Osar). Tres de cada 10 casos ocurrieron en Alta Verapaz y Huehuetenango, los departamentos que han mantenido las cifras más altas de maternidad temprana.

En total se registran 146 casos más; sin embargo, el número puede incrementarse en las próximas semanas, pues el poco acceso que hay en las comunidades a las sedes del Registro Nacional de las Personas (Renap) dificulta que los recién nacidos sean inscritos.

Hubo en total dos mil 187 nacimientos de madres menores de 14 años. En promedio, fueron seis casos diarios. Mientras que el año pasado se contabilizaron dos mil 41.

Alta Verapaz tiene un incremento de alumbramientos en niñas, y es el departamento con más embarazos en esta población. Cobán y Fray Bartolomé de las Casas son los municipios donde se presenta más este fenómeno. 

Mirna Montenegro, directora del Osar, refiere que para tener datos más certeros de cuántos alumbramientos de niñas y adolescentes ocurrieron el año pasado habrá que esperar hasta marzo, ya que para inscribir a un niño en el Renap se tiene como plazo 60 días, luego de ese tiempo se cobra una multa.

La norma del Ministerio de Salud es que todo embarazo en menores de 18 años debe ser atendido en el tercer nivel —un hospital—, menciona Montenegro, no obstante, el temor al contagio del covid-19 que aún hay en las áreas rurales, el no recibir atención en el idioma materno ni bajo las costumbres de la madre hace que las jóvenes prefieran ser atendidas por una comadrona y en casa.

En el caso de los bebés que nacen en el domicilio con apoyo de una partera, normalmente la madre espera los 40 días posparto para trasladarse a las oficinas del Renap, que está en la cabecera municipal. Pero ese viaje representa un gasto que muchas no pueden cubrir, pues un denominador común es que son niñas y adolescentes de escasos recursos.

Hay 46 sedes auxiliares del Renap en el país, y están ubicadas en centros asistenciales —hospitales públicos, privados y clínicas del Instituto Guatemalteco de Seguro Social (IGSS)—.

A criterio de Montenegro, “se necesita promocionar o hacer accesible el Renap a las comunidades y a las familias”, pues la identidad de las personas es un derecho humano.

Cabe resaltar que el Código Penal establece que los embarazos en menores de 14 años son producto de violencia sexual, y de acuerdo con el Osar, nueve de cada 10 de estos casos involucran a una persona que es parte del círculo familiar de la víctima.

“Se necesita un abordaje diferente que incluya atención y prevención, fortalecimiento del acceso a la justicia para las niñas, el trabajo con los lideres comunitarios para cambiar las prácticas machistas y revictimización de las niñas”, enfatiza Montenegro.

Un punto en el que coincide Susy Eiyadeh, vocera de Plan Internacional, pues entre las causas de que los nacimientos en madres entre los 10 y 19 años continúen en Guatemala están “las normas de género, los roles, estereotipo y expectativa sociales —que— normalizan el embarazo adolescente, limitando el análisis de las causas profundas del mismo, limitando los planes de vida más abarcadores para las adolescentes”.

Refiere que entre estos embarazos hay víctimas de violencia sexual o bajo coerción. Las denuncias por delitos sexuales contra de menores de 0 a 17 años, que llegaron al Ministerio Público entre enero y octubre de 2022, sumaron tres mil 846. Esto es un reflejo de la gravedad de problema y de la urgente necesidad de atenderlo.

Problemática generalizada

Los nacimientos de madres entre los 15 y 19 años reportados al cierre del 2022 llegaron a 65 mil 501, mientras que embarazos sumaron 95 mil 44.

Los territorios donde hubo más casos de alumbramiento de niñas son los mismos que presentan las cifras más elevadas de embarazos en adolescentes.

Este no es un problema que solo afecta a la provincia, en el departamento de Guatemala se notificó un total de 7 mil 276 niñas y adolescentes que se convirtieron en madres. El 39 por ciento de estos casos ocurrió en la capital y en Amatitlán.

Un embarazo a temprana edad trunca el proyecto de vida de las niñas y adolescentes, cuando ya tienen un futuro complejo, como ejemplo, el 5.3 por ciento de las mujeres que tienen entre 10 y 19 años son analfabetas en Guatemala.

El promedio de escolaridad entre las adolescentes de 15 a 19 años es de siete años, pero si son indígenas y viven en condiciones de pobreza tan solo alcanzan 6.2 años de estudio, como refiere un informe elaborado por la Mesa a favor de las niñas y adolescentes y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa).

Por aparte el estudio Milena, de la misma agencia de la ONU, indica que solo el dos por ciento las mujeres que se convirtieron en madres a temprana edad llegaron a tener un título universitario. Las que tuvieron hijos antes de los 20 años se mantuvieron en el hogar en actividades no remuneradas.

“El impacto económico total del embarazo en la adolescencia en Guatemala sobre la actividad productiva se cuantifica en Q1,625.5 millones equivalente al 2.8 por ciento del Producto Interno Bruto”, agrega el documento.

Población vulnerable

De acuerdo con proyecciones del Instituto Nacional de Estadística (INE) para el 2022 uno de cada 10 habitantes en el país era una niña o adolescente entre 10 y 19 años. La mitad de ellas se identifica como ladinas.

La mayor concentración de guatemaltecas en esas edades estaba en San Marcos, Quiché y Suchitepéquez. Pero es en Quiché, Alta Verapaz y Huehuetenango donde hay mayor porcentaje de niñas comprendidas entre 10 y 14 años.

Acciones inmediatas

Eiyadeh ve necesario reforzar las leyes, políticas y presupuestos específicos para la prevención de embarazos en Guatemala, como también garantizar la educación sexual integral con énfasis en el  nivel de la secundaria.

Además, es importante sensibilizar los padres de familia, líderes y autoridades comunitarias acerca de la situación de las niñas y adolescentes en el país y el abordaje del tema de la salud sexual y reproductiva y no dejarlas solas en el proceso para que retomen su proyecto de vida.

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