Las primeras semillas traídas a Guatemala desde una granja orgánica de California, Estados Unidos (EE. UU.), fueron sembradas en 2006 por Marco Antonio Cóbar Juárez y su esposa; en la primera ocasión cosecharon tres calabazas, pero persistieron llegando a producir hasta 150 quintales.
En la actualidad el proyecto es liderado por Nolvin García y su familia, quienes producen entre 2 mil y 2 mil 500 calabazas al año, con una única cosecha anual, por lo que no lo consideran un negocio sino un proyecto familiar.
Sin embargo, García comentó que la producción es complicada, porque en 10 años no han logrado ubicar la semilla ideal que se adapte al suelo de la plantación. No obstante, han logrado cosechar calabazas de aspecto aceptable y anaranjadas, que son las características de esta época.
Además, la cosecha depende del clima, por ejemplo, este año afectó la caída del granizo. Pero en un clima templado, la producción se torna ideal.
Las calabazas logradas se comercializan localmente. Se siembran a inicio de mayo para cosecharlas entre septiembre y octubre.
Demanda
De acuerdo con García, la mayor demanda de este tipo de calabazas es de extranjeros residentes en Guatemala o de personas que han adoptado esta tradición estadounidense de comer distintas preparaciones hechas con la pulpa de esta hortaliza o bien de elaborar las linternas, tallando la calabaza y colocando una luz adentro.
El entrevistado, también indicó que ha costado introducir la cultura de consumir calabazas para decoración o recetas en Guatemala, “ya que mucha gente, por religión las relacionan como un símbolo de Halloween y no son bien aceptadas”.
Aparte, les ha costado introducirlas al mercado local, porque han notado que el consumidor pelea un precio más barato como el de un güicoy o ayote.
En este contexto, el productor hizo conciencia que las calabazas anaranjadas dan la bienvenida al otoño en EE. UU., no son específicamente un símbolo de Halloween.
“Es una cosecha normal como de cualquier otra hortaliza, fruta o verdura”, recalcó, indicando que la producción se realiza a través de una cultura orgánica, pues la tierra es trabajada a mano para evitar la utilización de químicos.
Precio
La finca de las Calabazas en Xela, es única en Guatemala y en Centroamérica, según un sondeo de sus productores.
Se venden por libra, y hay calabazas pequeñas de 1 libra a 35, y la de mayor demanda es la de 4 a 6 libras.
El precio es de Q15 la libra
- Abren las instalaciones de la finca para recorridos y toma de fotografías de 9 a 15 hora de martes a domingo
- El costo de la entrada es de Q15 por persona, y pueden tomarse fotos en los sets armados con calabazas de decoración
- Los niños menores de 10 años y adultos mayores de 60 años, no pagan la entrada
- Al comprar una calabaza, el precio incluye un taller para tallarla, o pintarla
- También ofrecen paseos a caballo por Q25, así como pastel y puré de calabaza