Por el momento, Violeta Orgánica es una empresa pequeña, pero tienen la intención de crecer con el objetivo de que este producto sea de uso diario para la población guatemalteca.
La idea nació hace aproximadamente un año y poco a poco va tomando fuerza. Los jabones tienen diversos usos, desde el lavado de trastos hasta la lavadora de ropa.
“Hace como un año una persona nos propuso la idea de recuperar el aceite quemado de cocina. Para hacer jabones de manera tradicional o artesanal se utilizan este tipo de grasas, nosotros siempre utilizamos grasas vírgenes, pero en este caso nos salió la oportunidad de comenzar a trabajar en este tipo de grasas quemadas”, indicó Luis Palacios, cofundador de Violeta Orgánica.
Palacios explicó que la idea es aportar a la sociedad para disminuir la contaminación en las fuentes de agua.
La presentación de este producto en barra y para poder utilizarla se mete en un recipiente con agua para poder darle distintos usos.
“La expectativa es que más restaurantes se unan a rescatar su aceite y que el consumo sea responsable”, señaló Palacios.
Por el momento cuentan con una bodega en San Miguel Petapa, Guatemala, en en donde fabrican algunos jabones, y la fábrica principal se encuentra en Quetzaltenango.
Este reportaje es el tercero de los cinco seleccionados por la campaña #CambioXelClima, que busca visibilizar iniciativas ciudadanas, ya en marcha, y que pueden replicarse en pro del medioambiente.
Como pago por el aceite quemado, Violeta Orgánica le da a los restaurantes que donan su aceite una parte de la producción para que puedan usar esos jabones para lavar lo que necesiten en sus cocinas.
La idea principal es hacer conciencia sobre el nivel de contaminación que puede generar el aceite quemado en el agua, esto debido a que se calcula en volumen de uno a mil, ya que por cada litro de aceite se contaminan mil litros de agua.
El proceso
El aceite que llega de los restaurantes quemado, es un aceite sucio que debe ser sometido a un proceso de filtrado.
Las partículas grandes y las pequeñas pasan por distintos filtros y luego consiguen un aceite más claro, sin suciedad.
Este queda en reposo para evaluar la calidad antes de fabricar cada jabón, lo cual se realiza con proceso tradicional.
“Este jabón en general es biodegabable, se biodegrada a los meses”, afirmó Palacios, quien invita a los guatemaltecos a que apoyen este tipo de alternativas ecológicas.
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Explicó que están educando al mercado nacional y asegura que ya existen muchos consumidores que son más abiertos a los productos ecológicos, ya que saben que son productos que no van a estar cortados perfectamente, el empaque no será el más elabora, entre otros aspectos.
Por último hizo una reflexión, “debemos elegir qué es lo bueno para el medio ambiente, qué es bueno para nosotros, para nuestra familia y para futuras generaciones”, concluyó este joven emprendedor.