Comunitario
Capacidad del Hospital General está rebasada y hay riesgo de que la consulta externa sea suspendida
Desde el 20 de septiembre el San Juan de Dios dejó de recibir traslados de pacientes departamentales, y de no atender en 24 horas las demandas de los médicos, solo se recibirán los casos de emergencia.
La emergencia del Hospital General San Juan de Dios está saturada, y no hay medicamentos ni recurso humano para atender la alta demanda de pacientes. En la fotografía se observa que se utilizan varios frascos de solución salina cuando bien puede usarse uno en presentación de 1 mil ML, sin embargo, no hay en existencia. (Foto Prensa Libre: Ana Lucía Ola)
La capacidad para atender a la población enferma en el Hospital General San Juan de Dios rebasó los límites. Los pacientes llegan a esperar hasta siete días sentados en sillones mientras se desocupa una camilla en el área de encamamiento ―hay 980 camas―. La Emergencia también está saturada, y en un espacio para cien hay de 150 a 170 personas, mientras que los quirófanos no se dan abasto.
“Hay una regla de que los espacios deben estar a un 80% de su capacidad para que haya rotación, eso no pasa. No hay camas, sale un paciente y entra otro, ni siquiera podemos limpiar bien los lugares”, dijo Lissette Aguilar, subdirectora médica del hospital en conferencia de prensa en la que facultativos de distintas áreas señalaron que la situación es "insostenible" y de no resolverse en 24 horas suspenderán servicios.
Esa alta demanda no solo lleva a que los pacientes sean atendidos en espacios inadecuados, también consume de manera acelerada los medicamentos e insumos que de por sí son limitados.
Hasta este 23 de septiembre la disponibilidad de material médico quirúrgico era del 74.92 por ciento. El abastecimiento de medicamentos era del 67.46 por ciento y la de insumos de laboratorio, 82 por ciento.
Los médicos residentes, jefes de servicio y personal de la Dirección Médica señalaron que el 30 por ciento de los fármacos se agotará en octubre.
Demanda en crecimiento
El constante traslado de pacientes de los hospitales de la provincia también satura los servicios, pues a diario admiten más de 10 solicitudes. Al no tener más espacio ni los medicamentos para asistirlos, desde el viernes 20 de septiembre se decidió dejar de recibir estos casos, y la medida permanecerá hasta nueva orden.
“Cada departamento debe asumir la responsabilidad de sus habitantes, porque acá ya no tenemos ni espacio ni medicamentos y el personal está sobrepasado”, señaló Aguilar.
Muchos de estos pacientes son trasladados al San Juan de Dios porque los hospitales en la provincia no tienen la capacidad para atenderlos. Sin embargo, los médicos refieren que de hacerlo es “aceptar un paciente más en un hospital que ya está rebasado”.
La situación se complicó con la suspensión de la consulta externa del Hospital Roosevelt desde el pasado 19 de agosto, debido a que las demandas de seguridad de los médicos residentes no han sido atendidas.
El médico Jorge Tejeda, residente de Neurocirugía, indicó que esto duplicó la cantidad de pacientes que asisten a la consulta externa y a la emergencia del San Juan de Dios.
Maria Fernanda Noa, jefe de residentes de Medicina de Emergencia, mencionó que este lunes no tenían medicamentos básicos como solución salina de mil ml, por lo que debían usar varios botes de una presentación menor. También faltaban anestésicos y antibióticos, lo que afecta los procesos en las salas de operaciones.
“En ningún momento queremos dejar de trabajar y de atender a la población, al contrario, deseamos hacerlo, pero con insumos”, refirió Noa.
Agregó que el desabastecimiento ha sido una constante en el hospital, y que los nueve meses de trabajo de la nueva administración deberían ser suficientes para ver cambios, pero esto no ha ocurrido.
Peticiones
Los médicos piden más presupuesto para el hospital, agilización de los procesos de compras de medicamentos e insumos, apresurar la contratación de más médicos y paramédicos, y que se asignen más epesistas para poder cubrir la demanda de pacientes.
Otra de las solicitudes es que se haga una evaluación previa a los privados de libertad antes de remitirlos al hospital, para evitar traslados innecesarios y poner en riesgo al personal y a los pacientes que a diario asisten al nosocomio. También piden medidas de seguridad dentro y fuera del edificio.
Indican que por presiones políticas han tenido que dar atención privilegiada a algunos pacientes a costo de descuidar a la demás población, lo que ya no debe suceder, como también que el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) se encargue de los casos médicos legales para ya no interrumpir el tiempo de los especialistas que trabajan en el San Juan de Dios.
Para atender estas solicitudes los médicos dieron a las autoridades de Salud un plazo de 24 horas, de lo contrario se declararán en asamblea permanente, lo que significa la suspensión de las consultas externas, tal como pasa en el Hospital Roosevelt.
“Definitivamente afectará a la población el hecho de que no atendamos consulta externa, pero es una medida de presión. Tenemos que buscar la forma de resolverlo y no es responsabilidad nuestra, es responsabilidad del Ministerio de Salud resolver esta situación”, dijo Tejeda.
Sin proveedores
Con el cambio de administración en el Hospital General se indicó que había una deuda de arrastre de Q256 millones con los proveedores. Según Alejandra Mejía, gerente financiera, ya se pagó el 97 por ciento, pero resta cancelar Q10 millones.
Este pago se hizo con los recursos que la institución tenía asignado para cubrir el 2024, lo que ha desfinanciado el presupuesto. Era necesario hacerlo de esta manera para que los proveedores despacharan los medicamentos.
Los pagos pendientes de este año ascienden a Q181 millones. La cartera de Salud ya aprobó un apoyo presupuestario de Q100 millones para que el hospital pueda realizar el pago. De esa cuenta quedarían pendientes Q81 millones.
De la ampliación presupuestaria que aprobó el Congreso de la República, el nosocomio recibirá Q290 millones que servirán para continuar con el pago a los proveedores, también para cubrir el funcionamiento del centro asistencial para lo que resta del año.
Tanto Mejía como Aguilar señalaron que el desabastecimiento de medicamentos e insumos se debe principalmente a que muchos de los eventos subidos en el portal Guatecompras han quedado desiertos o bien las órdenes de compra no han sido despachadas.
“Los eventos se caen porque los proveedores no participan. Deducimos que es por los pagos que les tenemos pendientes, pero ahora que logremos pagar, esperamos que nos vuelvan a despachar”, señaló Mejía.