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Una persona con tuberculosis en ese contexto puede llegar a contagiar a 20 más, según Norma Lucrecia Ramírez, coordinadora del programa de tuberculosis del Ministerio de Salud.
Durante el 2018 se detectaron 210 casos dentro de las prisiones, y en lo que va del año se han registrado otros 16.
Los datos reportados por el SP y el Programa de tuberculosis evidencian que desde el 2014 el número de personas contagiadas dentro de las cárceles ha ido en aumento. Ese año había 83 casos, cifra a la que se sumaron 127 durante los últimos cinco años.
“Una persona puede contagiar en un año a 10 personas como mínimo, en una comunidad común y corriente. Pero dentro de una comunidad, como un penal, con el hacinamiento que existe, eso se puede multiplicar por dos o hasta por tres, porque viven en celdas muy pequeñas, conviven con una cantidad exagerada de personas, y no hay ventilación adecuada”, indicó Ramírez.
Autoridades del Ministerio de Salud señalan que se han establecido protocolos junto al SP y el Ministerio de Gobernación para tratar los casos dentro de las cárceles. Se ha capacitado al personal que está en contacto con los privados de libertad contagiados para que apliquen normas de diagnóstico y de tratamiento, el cual debe darse en los centros de detención. Asimismo, se coordina el remozamiento de algunas cárceles para crear espacios de aislamiento para los pacientes.
“Dentro de los penales hay clínicas y hospitales donde se debe tener a los casos que son contagiosos al menos durante dos meses; sin embargo, la sobrepoblación limita el cumplimiento de esta recomendación y el que se elimine el bacilo dentro del sistema”, agregó.
Riesgo latente
En el país cada año se detectan alrededor de 3 mil 600 casos de pacientes con tuberculosis. La población más afectada está entre el rango de 19 a 49 años, pero hay un repunte a partir de los 65 años, debido a la situación de inmunidad de las personas.
En lo que va del año se cuentan 390 casos, de los cuales seis han fallecido. La tuberculosis se cura, pero se complica cuando un paciente, además de tener la enfermedad, también presenta VIH, diabetes o alguna otra enfermedad que pueda comprometer su salud y además no sigue el tratamiento.
“La más frecuente es la tuberculosis pulmonar. Esta es una enfermedad sumamente contagiosa por la vía aérea”, señaló la médica. Las condiciones de pobreza extrema, hacinamiento, ambientes con poca ventilación e iluminación natural inciden a que se desarrolle la enfermedad.
Como medida de prevención es importante evitar lugar concurridos, alimentarse bien, las personas que han sido detectadas con el padecimiento deben cubrirse la boca al momento de toser y no escupir en la calle.
A nivel de la región, Guatemala tiene una incidencia de 20 casos por cada 100 mil habitantes. Los departamentos mas afectados son Escuintla, Suchitepéquez, Retalhuleu, Quetzaltenango, San Marcos y Guatemala.
“La situación de migración interna que tenemos hacia las grandes urbes. Tenemos una estrategia implementada que se llama Tuberculosis en grandes ciudades precisamente por eso”, dice Ramírez
Los síntomas de la tuberculosis:
- Tos de más de 15 días
- Flemas
- Fiebre
- Pérdida de peso
- Debilidad general
Roberto Montoya, asesor de vigilancia y enfermedades transmisibles de la Organización Panamericana de la Salud y Organización Mundial de la Salud (OPS/OMS), indica que Guatemala ha sido evaluado en cuanto a los protocolos que se siguen para el combate de la tuberculosis y ha salido avante. El país entrega al ente internacional alrededor de $65 millones al año para la adquisición de antituberculosis, antirretrovirales y medicamento para combatir la malaria.
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