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Ciclo escolar 2023: tres desafíos a superar para un exitoso regreso a clases en las escuelas

Los maestros consideran que, luego de tres años de pandemia, no todos los establecimientos en el sector oficial están en óptimas condiciones para comenzar las clases presenciales, pero también hay serios rezagos en el aprendizaje.

El deterioro en el mobiliario es una de las razones que complican el regreso a la presencialidad en muchas escuelas, un problema que se evidenció desde el año pasado. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

El deterioro en el mobiliario es una de las razones que complican el regreso a la presencialidad en muchas escuelas, un problema que se evidenció desde el año pasado. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

El movimiento en los establecimientos educativos públicos inició el miércoles pasado. Los docentes fueron los primeros en llegar a las escuelas e institutos para prepararse y recibir a los estudiantes este 20 de febrero, día en que comienza el ciclo escolar 2023 en el sector oficial.

Se espera que más de 3.1 millones de estudiantes de los distintos niveles lleguen a las aulas para asistir de lunes a viernes, o en plan fin de semana, y en horario habitual, tal como lo hacían antes de que la pandemia del covid-19 obligará a recibir clases a distancia, en modelo híbrido y en burbujas.

Fueron tres años de clases intermitentes, y ahora se retoma la cotidianidad. Los docentes coinciden en que era necesario volver a las aulas, pero hay un temas que les preocupan, como el que muchas escuelas no tienen las condiciones adecuadas para el regreso de los estudiantes.

Hace un año más de 8 mil establecimientos tenían problemas de agua y saneamiento, el Ministerio de Educación (Mineduc) ha señalado en varias ocasiones que trabaja en el remozamiento de los centros, pero el avance es lento.

No todos los centros educativos tienen agua entubada, ni cuentan con servicios sanitarios o no están en buen estado. La ventilación es otro aspecto para tomar en cuenta y muchas aulas no cumplen con ello. Son condiciones mínimas necesarias para prevenir el contagio del covid-19 entre la comunidad educativa, y más en un escenario de posible hacinamiento.

Lucrecia Gramajo, maestra en Retalhuleu, refiere que los docentes están prestos pedagógicamente para atender al conglomerado de estudiantes, pero en cuanto a infraestructura y mobiliario de los centros educativos hay deficiencias. El programa de remozamiento implementado por el Mineduc, a su criterio, no fue suficiente para cubrir la totalidad de las escuelas.

De la misma opinión es la directora de una escuela ubicada en la colonia Santa Elena 3, zona 18 capitalina. Señala que el sector público no está preparado para iniciar el ciclo escolar, pues “hay demasiadas falencias en las escuelas, no hay escritorios, hacen falta insumos que de momento no tenemos”.

Elizabeth Valenzuela, maestra de un establecimiento en la zona 1 capitalina, refiere que tendrán la tarea de asegurarse de que los niños se sientan cómodos en las escuelas, y en aquellos centros que no cuenten con agua, deberán solicitar el apoyo a los padres de familia para que puedan llevar un galón de agua por semana para que, por lo menos, los estudiantes puedan lavarse las manos.

 

“La falta de insumos es lo principal, iniciamos con muy pocas cosas, la situación económica está muy complicada, por lo que no podemos pedirle ayuda al padre de familia y eso nos limita un poco, pero con lo que tenemos vamos a hacer todo el esfuerzo”, dice la directora.

Rolando, un docente de nivel diversificado en Totonicapán, espera que al iniciar labores cada establecimiento haga una evaluación de las condiciones en que están las escuelas, pues asegura que hay descuido y deterioro en la infraestructura -baños, drenajes, techos, mobiliario-, por el tiempo en que no se dieron clases presenciales.

Mario Rodríguez, analista independiente en temas de Educación, refiere que el deterioro en la infraestructura escolar es un tema que se arrastra con los años en el país. La falta de presupuesto para destinar al remozamiento contribuye al poco avance que se pueda tener, pero también suma la negligencia de las autoridades para solucionar el problema de raíz.

Como prueba de ello, indica que el tiempo en que los centros educativos estuvieron cerrados como consecuencia de la pandemia debió ser aprovechado para mejorar los edificios, pero no se hizo.

Priorizar contenido

Pese a que no todos los establecimientos están en óptimas condiciones, para los docentes este escenario “no es obstáculo para que los niños reciban la educación”, como dice un profesor de Momostenango, en Totonicapán. Ellos están “emocionados” de convivir de nuevo con los alumnos.

La presencialidad les permitirá avanzar en el aprendizaje, porque a distancia y bajo el sistema híbrido que siguieron el año pasado el progreso fue lento y no fue igual para todos.

En ese sentido, Gramajo menciona que en el 2022 logró hacer un diagnóstico del nivel de aprendizaje en que se encontraban los estudiantes del cuarto grado que impartió, detectó un serio retroceso.

“Los años que fueron a distancia fue como si hubieran quedado estancados, pues al evaluarlos el 70% (de niños) aún se encontraba con conocimientos de primer grado, en Comunicación y Lenguaje y en Matemáticas. El otro 30% su conocimiento llenaba la expectativa para el grado correspondiente, así que hubo que estandarizar el grupo”, comenta. Este año sus estudiantes pasarán a quinto primaria, pero para ello la maestra tendrá que hacer un trabajo intenso de nivelación.

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Los docentes coinciden en que una de las áreas que deberán priorizar en este regreso a clases es Comunicación y Lenguaje, principalmente en los primeros años de estudio.

“Tenemos que reforzar Escritura y Lectura. Muchos niños pasaron al siguiente año sin poder leer ni escribir, y es lo que se viene. No podemos ser ajenos a ello”, dice Valenzuela.

Este bajo desempeño alcanzado por los estudiantes durante la pandemia quedó evidenciado en la Evaluación Diagnóstica que el Mineduc hizo a la población estudiantil en el 2021, en la que solo el 38% de niños de Primaria logró un nivel esperado en el área de Lectura y 35% en Escritura. El desempeño fue más bajo en básicos y diversificado.

En el regreso a la presencialidad habrá que reforzar materias como Matemática, en la que hay serias deficiencias. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Los docentes también se ocuparán de reforzar Matemáticas pues hay un serios rezago. Según el diagnóstico únicamente el 39 por ciento de los estudiantes en Primaria demostró las habilidades esperadas, en los grados superiores el porcentaje fue menor.

Ciencias Naturales es un contenido que se debe priorizar, pues Valenzuela menciona que la pandemia que el mundo ha enfrentado es resultado del descuido del medio ambiente natural, de la poca conciencia que hay de respetar la vida silvestre, y las nuevas generaciones deben aprenderlo.

Otro punto importante es el apoyo socioemocional hacia los estudiantes, como refieren los docentes. La pandemia ha tenido un impacto en la salud emocional de los niños, no solo por el riesgo a enfermar de coronavirus, sino también porque los privó de socializar con sus pares.

Un estudio desarrollado por el Centro de Investigaciones Educativas de la Universidad del Valle de Guatemala (UVG) en 2021, dice que cerca del 50% de los escolares de centros privados encuestados mostraba niveles altos de inestabilidad emocional, con notorios cambios de humor, tendencia a la tristeza, ansiedad e irritabilidad, y solo en un 17  %se observaba un nivel bajo en la variación del estado de ánimo. El panorama no es distinto en los estudiantes del sector público.

“El reto más importante es el de alcanzar las evidencias de logro de los aprendizajes de las diferentes áreas en un 90% para poder tener estudiantes mejor preparados”, indica Gramajo.

 

 

 

 

 

 

 

 

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