María Elena, una de las organizadoras, comentó que durante la semana acostumbran a repartir pastel o pan, pero ahora “las personas empezaron a pedir comida porque les cuentan que las instituciones a las que asisten para alimentarse están cerradas “por la cuarentena”. La suspensión de labores y restricciones empezaron el 17 de marzo cuando el gobierno emitió la medida en todo el país.
Debido a esa situación se han organizado para complementar los alimentos y ahora preparan y brindan entre 200 a 250 platos diarios de comida, añadió.
Quienes acuden en busca de comida son personas en situación de calle o vendedores ambulantes que no pudieron conseguir trabajo e ingresos durante el día, además migrantes que pasan por el lugar.
Los organizadores aconsejaron tener precaución para que el virus no se expanda y cumplir con las medidas de prevención pero también motivaron otras personas o grupos a compartir lo que tengan, no importa si es poco, para apoyar a quienes lo necesitan ante esta crisis.