Pero, aunque los números entre esa provincia china y Guatemala puedan ser tan abismales como su realidad, lo cierto es que hoy en día enfrentan la misma amenaza: el nuevo coronavirus covid-19, que ha infectado a cerca de 600 mil persones en el mundo y se ha cobrado la vida de más de 27 mil.
En la capital de Hubei, Wuhan, vive desde el 2010 una guatemalteca, Celia Esquivel, que se trasladó allá luego de que se casara con un ciudadano chino originario de esa ciudad. Los vínculos con Guatemala los mantiene, no solo familiares, sino también de negocios.
Wuhan fue en su momento el epicentro del virus y de los contagios, puesto que todo apunta a que el brote surgió en un merado de mariscos de esa localidad.
A Esquivel no deja de preocuparle cómo el covid-19 amenaza a su país de origen, y vía telefónica compartió las acciones y medidas que ha adoptado el gobierno y la población para lograr una reducción importante, al punto que las autoridades anunciaron que el próximo 8 de abril terminará el aislamiento de la ciudad para que las personas comiencen a retomar su vida con normalidad.
Celia Esquivel, guatemalteca en Wuhan
Aislamiento
Para Esquivel una de las medidas que hizo posible detener la epidemia en Wuhan fue el aislamiento total de la población. Las únicas personas que tienen permitido salir a trabajar son: personal médico, de farmacias y de supermercados, el resto de las personas se encuentra desde el pasado 20 de febrero.
Pero esta no solo se limita a permanecer en sus casas. El gobierno se ha asegurado de que nadie salga de los condominios.
¿Cómo lo ha logrado? Por ejemplo, en el condominio que vive la guatemalteca y su familia, de aproximadamente seis mil viviendas cada una con dos o tres habitantes, ha sido cerrado, los ingresos tienen candado y un circuito de seguridad lo rodea. Solo el ingreso principal ha quedado abierto porque ahí se reciben alimentos, provisiones y cualquier artículo que necesite alguno de los habitantes.
Cada condominio, cuenta Esquivel, se ha convertido en un pequeño país, donde la administración se encarga de gestionar los alimentos con supermercados y cualquier otro artículo o insumo. Claro, estos no son gratis, cada habitante de debe pagar por ellos; sin embargo, estos mantienen precios justos porque son controlados por las autoridades.
Entonces ¿Cómo han logrado sobrevivir si la economía se ha paralizado? Esquivel comenta que, parte importante de la cultura de los ciudadanos chinos es el ahorro. “Todos, por muy poco que ganen tratan de ahorrar algo por alguna emergencia, nosotros así hemos sobrevivido, con nuestros ahorros”, cuenta esta guatemalteca, madre de un niño de 13 meses.
Para aquellos que no tienen recursos por el motivo que sea, el gobierno les ha entregado alimentos.
En Guatemala, la cuarentena casi se ha dejado a discreción de las personas. Aunque desde el pasado 15 de marzo rige una restricción de la libre locomoción de 4 pm a 4 am, con el objetivo de que la mayor cantidad de personas se quede en sus casas, por las mañanas se movilizan muchos. Esta medida, en principio, termina este domingo 29.
Por aparte, el Gobierno anunció un paquete de ayuda para las personas que sobreviven con el trabajo del día a día, en vistas de que, ni hay cultura de ahorro, ni cuentan con el respaldo de un patrono que pueda pagarles un salario a cambio de que se queden en casa.
Hasta el momento se desconocen qué mecanismo utilizará el gobierno para ayudar a quienes viven de la economía informal, más de cuatro millones, según cálculos oficiales. Lo único que se sabe es que debe implementarse lo antes posible.
Mascarillas
La otra medida que, afirma Esquivel, ha ayudado para controlar el nuevo coronavirus es el uso de la mascarilla, que en China se volvió obligatorio. Nadie puede salir de su vivienda sin una puesta, las autoridades como la policía exigen a las personas portarla “o pueden tomar acciones”.
Sin embargo, probablemente lo más importante es la conciencia que se formó entre los ciudadanos chinos de que todos deben portar una mascarilla, no solo aquellos que tengan síntomas, porque siendo el covid-19 un virus que al contraerlo pueden pasar de 12 a 14 días para presentarlos, probablemente cualquiera lo tenga y no lo sepa.
En Guatemala, poco a poco las personas comienzan a hacer conciencia, pero aún se ve a muchísima gente en las calles sin ninguna protección. Los llamados del gobierno a usar mascarilla se han quedado en sugerencia.
Esquivel recuerda el resto de las recomendaciones que básicamente son las mismas que han hecho las autoridades, en el sentido de lavarse las manos constantemente, ventilar los espacios, mantener una distancia prudente con las personas y consumir los alimentos cosidos y evitar los crudos o que provengan de animales silvestres.
Al reflexionar acerca de que muchas personas en Guatemala continúan trabajando, Esquivel dice: “Si es necesario trabajar, hay que ventilar las áreas de trabajo, mantener la higiene y limpiar regularmente las áreas, mantener la distancia con las personas y estar muy informados, siempre han medidas que pueden tomarse”.
Otro aspecto que el gobierno tendría que tomar en cuenta es la recuperación.
Esquivel contó que ha tenido la oportunidad de hablar con personas que se han recuperado de la enfermedad y que todos están muy agradecidos con el Gobierno chino por cómo los atendió, no solo cuando atravesaron la enfermedad, sino después, con ayuda psicológica y un acompañamiento posterior, en el entendido de que muchos se vieron afectados en cuestiones socioeconómicas.
Pero a pesar de las evidentes disparidades en las medidas que han adoptado Hubei y Guatemala, puede que el panorama para nuestro país no sea tan oscuro. En Wuhan, cuenta Esquivel, las medidas extremas se tomaron hasta cuando muchos ya habían contraído el virus.
Además, hay menos población no solo total, sino también por kilómetro cuadrado, lo que se conoce como densidad poblacional. En Hubei habitan 322 por cada kilómetro, mientras que en Guatemala este número es de 156.
En Wuhan ya se respiran aires de esperanza; sin embargo, reconoce que esta pandemia les ha cambiado la vida, que poco a poco, a partir del 8 de abril esperan retomar con normalidad.
“Nada será igual porque muchos aún sentimos temor. Como familia, creo, nos vamos a quedar más tiempo en casa, va a pasar muchos días para que nos podamos adaptar nuevamente a nuestras vidas”, señala Esquivel.
- Celia tiene un canal de YouTube donde ha subido videos con entrevistas a personas que han sanado de covid-19.