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Por ello, médicos infectólogos y epidemiólogos recomiendan continuar con las medidas de bioseguridad -uso de mascarilla, lavado de manos y distanciamiento físico- sin importar el lugar que se frecuente para evitar enfermarse, y estar consciente de los riesgos que hay de contagio en los sitios más visitados durante estos días. Sí decide viajar, hágalo con precaución.
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Ir a balnearios
Hasta el momento no hay evidencia científica de que el covid-19 se propague a través del agua, y la de las piscinas es desinfectada con cloro; sin embargo, si la actividad dentro de estos espacios va más allá de solo nadar y pasa a juegos que conlleva cercanía y gritos que provoquen aerosoles de personas que no pertenecen a la burbuja de seguridad de las familias, entonces hay riesgo de contagiarse, menciona el médico Edwin Calgua, del departamento de Epidemiología Hospital General San Juan de Dios.
No hay que olvidar que el contagio se da a través de las gotículas que las personas enfermas expulsan al hablar, estornudar o toser. Estas pueden ingresar a la boca, nariz o bien a los ojos de alguien sano y enfermarlo.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, en inglés) de Estados Unidos recomiendan permanecer a distancia de otras personas tanto dentro como fuera del agua, ideal dos metros.
Recomiendan utilizar mascarilla al estar fuera del agua, y permanecer junto a las personas con las que se convive a diario.
Se debe evitar balnearios que no estén al aire libre y sin ventilación. Muy importante, aléjese de las aglomeraciones.
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Visitar las playas
Si bien es mejor frecuentar lugares abiertos donde hay ventilación que estar entre cuatro paredes, al visitar las playas es indispensable guardar el distanciamiento físico de dos metros entre personas para evitar el contagio del covid-19.
La doctora Nancy Sandoval, infectóloga y presidente de la Asociación Guatemalteca de Enfermedades Infecciosas (AGEI) y de la Asociación Centroamericana y del Caribe de Infectología (ACECAI), señala que hasta ahora lo que se ha visto en las playas es aglomeración de personas sin mascarilla lo que resulta peligroso, porque el virus se puede esparcir a través de las gotículas de gente con el virus y ser inhaladas por otras que estén cerca.
Por su parte el médico José Ortiz, director del Observatorio del Covid-19 para Guatemala, menciona que el riesgo va más allá de la estar en la playa, pues para llegar a ese lugar muchos utilizan el transporte público donde hay sobrecarga de pasajeros y no se guarda la distancia. Quienes van a la playa es habitual que frecuenten ventas de comida donde hay hacinamiento y las medidas de bioseguridad son mínimas.
“No es que solo en la playa me vaya a infectar, me puedo infectar desde el trayecto hasta llegar a la playa”, indica Ortiz.
La recomendación es evitar espacios para nadar, playas, piscinas y juegos acuáticos donde la concurrencia sea alta y no haya un espacio prudente entre las personas.
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Ir a restaurantes
Mientras más interactúen las personas con otras, y lo hagan durante un tiempo prolongado, mayor es el riesgo de propagación del covid-19, señalan los CDC. El peligro aumenta en el entorno de restaurantes o bares a medida que se incrementa la interacción con otras personas.
Calgua señala que si las personas no respetan las medidas de bioseguridad fundamentales el riesgo de infectarse es elevado, en especial por el hecho de que en estos espacios se pierde la barrera de protección que representa la mascarilla y que se acostumbra a conversar e incluso a gritar dentro de un restaurante, esto provoca aerosoles que pueden transmitir el virus.
Las probabilidades de contraer covid-19 son más altas al estar en lugares reducidos donde no hay ventilación, y las mesas no están separadas a una distancia adecuada.
La recomendación es utilizar mascarillas en la medida de lo posible cuando no se coma o beba.
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Asistir a las Iglesias
El epidemiólogo del Hospital General, Edwin Calgua indica que, desde la perspectiva epidemiológica, uno de los grandes retos en una pandemia es lograr que las personas puedan realizar actividades cotidianas -como el ejercicio de su fe- en un ambiente seguro, pero ingresar a espacios cerrados y sin ventilación, y sin tomar en consideración las recomendación respecto al número de personas permitido en cada lugar, resulta un foco de propagación del virus.
“Esto requiere que la gente que asiste (a las iglesias) y quienes organizan las actividades religiosas sean respetuosos y disciplinados en cuanto a obedecer el aforo. Pero si las personas no logran esto, existe un riesgo muy elevado de contagio”, dice Calgua, y una de sus recomendaciones es que ingresen a los templos en grupos de dos personas a la vez.
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Acudir a fiestas
Durante esta temporada de verano las fiestas son usuales, sin embargo, en época de pandemia estas reuniones representan un riesgo alto de propagación del virus.
Las razones son más que evidentes, hay aglomeración de personas, hay consumo de alcohol y otras sustancias, lo que conlleva a que no exista el distanciamiento apropiado, y existe la posibilidad de que los asistentes descuiden el uso la mascarilla y medidas de higiene básicas que conllevan a una transmisión más eficiente del covid-19.
Beatriz Rivas, médico supervisor de la sección de Epidemiología del Departamento de Medicina Preventiva del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS), hace un llamado a los jóvenes a evitar las fiestas, y que no sean ellos el medio de transmisión del virus a sus familias, en donde puede haber adultos mayores con enfermedades concomitantes, como hipertensión, diabetes, renales crónicos, lo que pone en mayor riesgo su salud.
El Ministerio de Salud ha señalado que la población joven es la que más se ha infectado de covid-19, hasta ahora uno de cada dos guatemaltecos que se han contagiado oscilan entre los 20 y 39 años.