Julia Paz, una de las perjudicadas, comentó que les dijeron que permanecerían en ese lugar seis meses, mientras eran reubicados a Ciudad Satélite, pero la gestión de Otto Pérez Leal terminó y siguen a la espera del traslado.
Agregó que, pese a las incomodidades, ya que los sanitarios quedan lejos y cuando llueve las calles se convierten en “lodazales”, prefiere permanecer allí a correr el riesgo de perder a alguno de sus hijos o nietos, como ocurrió en El Cambray 2, el año pasado.
Paz recordó entre llanto que antes de que se formaran las grietas, sus hijos le habían modificado su casa y cambiado la madera por bloc, pero todo quedó abandonado.
Otros afectados, como Jacinto Cruz, decidieron regresar, junto con su familia, a su casa, en el área de peligro, debido a la incomodidad en los albergues y la desesperanza de una reubicación.
Cruz reconoce que están bajo su cuenta y riesgo, pero dice confiar en que nos les pasará nada.
Verónica Mabel García, vecina de La Asunción, regresó a su antigua vivienda, hace ocho meses, y espera que no se formen más grietas.
Incertidumbre
Miembros del comité de vecinos manifestaron que 350 familias fueron las afectadas y se les ofreció vivienda a 147, muchas de las cuales regresaron a sus casas, en el cerro.
Dado que el albergue era temporal, no se instalaron drenajes ni servicios sanitarios. En un área común deben lavar la ropa y compartir las pilas por horarios.
Hasta septiembre último, la comuna mixqueña pagaba el servicio de limpieza de esas áreas comunes, pero en los últimos tres meses ha sido irregular, se quejaron.