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El mosquito portador del dengue es el Aedes aegypti. Este insecto es transmisor de cuatro serotipos del virus: DENV-1, DENV-2, DENV-3 y DENV-4, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
El DENV-2 es el más común en Guatemala; sin embargo, en el territorio también se encuentran de manera simultánea los otros tres, y junto con México y Brasil figura entre los tres países de América Latina que albergan las cuatro variantes.
De acuerdo con la médica Mónica Rodríguez, del Departamento de Epidemiología del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS), debido a esa variedad una misma persona puede resultar contagiada hasta cuatro veces con dengue, pueto que el cuerpo puede llegar a desarrollar resistencia -inmunidad permanente- para un serotipo, pero no para el resto, por lo que el aumento de casos se incrementa en países como Guatemala.
Sin embargo, si una persona se contagia con dos serotipos distintos corre el riesgo de desarrollar dengue grave -hemorrágico-.
El Ministerio de Salud reporta, hasta el 6 de julio, ocho mil 372 personas con síntomas de dengue clásico y 22 casos confirmados con dengue grave, que han sido atendidas en el servicio público, en tanto que el IGSS da cuenta de mil 429 de dengue clásico y 87 con dengue grave.
El que haya más registros de pacientes con dengue clásico en el país aumenta el riesgo de casos de dengue hemorrágico, según Celia Cordón, directora del Centro de Estudios en Salud de la Universidad del Valle, lo que representa un peligro.
Comportamiento cíclico
Cada cierto tiempo se registra un repunte de personas infectadas por el virrus dengue, no solo en Guatemala, sino en los países de la región.
Por ejemplo, según estadísticas del Ministerio de Salud, en el 2008 se reportaron tres mil 281 casos, cifra que para el 2010 aumentó a 18 mil 102 en el 2010.
Para el 2011 se dio una disminución drástica de los pacientes con dengue, a 3 mil 423, número que progresivamente aumentó hasta alcanzar el punto máximo de 19 mil 735 personas contagiadas en el 2014.
Después de ese año las cifras comenzaron a descender y es hasta el 2019 que se registra un nuevo repunte de casos, cuando ya se cuentan casi 10 mil, lo que evidencia el comportamiento cíclico de esta enfermedad.
Manuel Sagastume, jefe del Departamento de Epidemiología del Ministerio de Salud, se ha evidenciado que tanto el vector como el virus del dengue tienen un comportamiento distinto cada cinco años y los casos comienzan a elevarse.
Las condiciones climáticas son un factor determinante, Sagastume señala que en años en los que la temporada de lluvia disminuye y los períodos de canícula se prolongan, el contagio de la enfermedad desciende, porque la población del mosquito es menor. En los años que las precipitaciones se intensifican sucede lo contrario, los criaderos del zancudo aumentan y el vector se propaga.
Cordón indica que la elevación de la temperatura, debido a cambio climático, también incide en la proliferación del mosquito que cada vez más amplia su zona de aparición.
“Otros factores son el movimiento de las poblaciones, así como factores biológicos e intrínsecos del mismo virus”, dice Sagastume, quien no descarta que el 2019 sea la primera parte de dos años con mayor número de casos, como sucedió en 2014 y 2015.
Hay otro aspecto a considerar, el jefe del Departamento de Epidemiología indica que el virus del dengue tiene un comportamiento muy territorial, y cuando hay presencia fuerte del virus del dengue, se limita la reproducción de los otros virus que trasmite el mosquito, como el zika y el chikungunya.
Previendo ese repunte de dengue este año, el Ministerio de Salud advirtió desde enero a los servicios de salud pública de dar la atención correspondiente a los pacientes, además ha implementado una serie de acciones que van desde la deschatarrización hasta la nebulización en casas, menciona Sagastume.
Sin embargo, a criterio de Cordón, contener la enfermedad es una tarea que involucra a personas individuales y a la comunidad, principalmente al eliminar los criaderos del zancudo.
Proceso de contagio
Es el mosquito hembra del Aedes aegypti la fuente de transmisión del dengue. Aunque este pica durante el día, su período más activo para alimentarse es dos horas antes y dos después del amanecer y el atardecer.
Cuando el mosquito pica a una persona infectada ingiere la sangre con el virus del dengue, este se incuba en el mosquito durante 8 o 12 días, tiempo a partir del cual el vector comienza a transmitirlo.
Una persona infectada comienza a tener síntomas luego de 5 o 7 días del contagio: fiebre, dolor de cabeza, dolor retroocular, rash, nausea, malestar general. Al dengue con signos de alarma a estos síntomas se añaden manchas moradas en la piel (señal de hemorragia), manifestaciones hemorrágicas de nariz, encías, sangrado vaginal y heces negras (sangra el intestino). Vómitos y dolor abdominal son señales de dengue grave.
“Si el paciente llegó oportunamente al servicio de salud y se le maneja apropiadamente, en términos de 48 horas sale adelante”, explicó el jefe del Departamento de Epidemiología del Ministerio de Salud.
El Aedes aegypti también es el transmisor del zika y chikungunya, que son menos letales que el dengue y puede ser mortal en su etapa aguda, de esa cuenta cada caso que llega a los servicios de salud debe ser tratado como dengue.
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