Comunitario

El trabajo de encontrar trabajo

La falta de oportunidades de empleo es   una realidad   que afecta a miles de jóvenes y adultos en Guatemala.

Cada semana se observan largas filas de personas en busca de sus antecedentes penales y policíacos. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Cada semana se observan largas filas de personas en busca de sus antecedentes penales y policíacos. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Para quienes están desempleados, colocarse en un puesto de trabajo que les permita sobrevivir resulta complicado. En ocasiones se debe a la la falta de experiencia,  la edad —arriba de los 35 años, sobre todo—, por el grado académico que tienen o  porque las plazas disponibles son escasas.

Según  la Encuesta Nacional de Empleo e Ingresos 3-2016 del Instituto Nacional de Estadística (INEI),  el 67.8 por ciento de las personas trabajan en la informalidad. Esta crece en ciertos grupos; por ejemplo,  en  la población indígena ocho  de cada 10 personas    se ubican en el sector informal, al igual que  las mujeres —84.2 por ciento—.

La tasa de desempleo abierto es de 2.4 por ciento. Esta   es mayor para los jóvenes en edades comprendidas entre los 15 y 24 años —el 5.6 por ciento—, en relación con la  de los adultos de 25 años y más de edad —1.1 por ciento—.

Prensa Libre contactó, el pasado 17 de abril,  a cuatro personas que tramitaban la constancia de carencia de antecedentes penales y policiacos con la esperanza de encontrar un trabajo, y al cierre de esta nota no todos habían logrado su objetivo. Continúan a la espera de una oportunidad.

El inglés, una oportunidad

Manuel David Enríquez, de 20 años, considera que haber estudiado inglés durante cuatro años representa una oportunidad para obtener un mejor empleo.

Enríquez, originario de Cobán, se graduó de bachiller en Ciencias y Letras con Orientación en Computación y desde hace  dos años se independizó de sus padres. Ahora reside  en la capital, junto a su hermano mayor.

Tiene  amigos a quienes les ha costado encontrar trabajo porque no hablan otro idioma o la carrera que estudiaron no les ayuda. En promedio, cada año 200 mil jóvenes se suman al mercado laboral.

Enríquez señaló que  encontrar trabajo en Guatemala  es una labor difícil para los jóvenes. “Las  empresas solo por cuello lo meten a uno o nada más porque logró  entrar por pura suerte. Hay personas que pasan meses sin trabajo y les cuesta demasiado”, dijo. Agregó que en el país las oportunidades son escasas  y muchas veces le piden a la persona experiencia laboral.

“Uno no tiene la experiencia, pero en todos los lugares le piden que tenga universidad cerrada o  un par de años de universidad. ¿Y cómo puede tenerla si acaba de salir de bachillerato? Y    cuesta  porque no se encuentra un empleo”, indicó.

Enríquez   es fotógrafo y  le gustaría dedicarse a eso, aunque es  consciente de que no será fácil, por lo que busca un trabajo formal que le permita salir adelante.

El pasado 21 de abril fue contactado para aplicar a un puesto en un call center y ahora está en el proceso de reclutamiento, esperando una respuesta positiva.

Su edad  le cierra puertas

A pesar de tener 20 años de experiencia como enfermera auxiliar e incluso contar con visa para viajar con pacientes a Estados Unidos, a Lesbia Franco no le ha sido fácil encontrar   empleo.

Señaló que a sus 47 años de edad se le ha tornado difícil colocarse en un trabajo formal y ya lleva  seis meses sin conseguir una oportunidad.

“Tengo experiencia, cuido pacientes a domicilio, con atención personalizada… Sin un empleo formal tengo dos años. He cubierto algunos turnos esporádicos, tengo un negocito y vendo cualquier artículo que me permita sobrevivir”, comentó.

Franco agregó que su mayor anhelo en este momento es seguir prestando servicios y cuidados integrales a pacientes.

“En lo personal, lo que me afecta es la delincuencia, porque nosotros ingresamos al hogar del paciente y mucha gente, si uno no tiene el contacto adecuado,  no lo deja entrar. Justo ahora  hay que pasar la prueba de polígrafo, además de los antecedentes —penales y policiacos— que uno debe presentar, demostrar de qué familia es”, lamentó.

Agregó que la situación es más complicada para los jóvenes, porque algunos están mal preparados, no son educados o no tienen valores.

“Habemos muchas personas que somos honradas, que necesitamos un trabajo, pero nos cuesta a todo nivel. No importa si son adultos o jóvenes, universitarios, obreros o  de carreras técnicas”, comentó. Hasta el momento,  Franco continúa en la búsqueda de un empleo.

Se debe  ser  optimista

Mientras Lorena Pérez logra conseguir un trabajo como cocinera, su familia subsiste con lo que obtiene de sus ventas ambulantes desde hace seis meses.

Pérez, de 41 años y originaria de San Marcos, comentó que junto a su hija, quien estudia los fines de semana,   busca  empleo para sostener la economía del hogar.

“Hemos subsistido con ventas ambulantes, pero no debemos  dejarnos vencer. Increíblemente nuestro país pasa por una situación bien difícil y nosotras, como mujeres, tenemos que seguir adelante, luchar y criar a nuestros hijos. A muchas nos ha tocado ser padre y madre, no podemos dejarnos vencer”, expresó.

Agregó que en Guatemala es  difícil conseguir empleo, ya que no hay oportunidades y cuando se trata de  mujeres mayores de 40 años la situación se torna complicada, porque además  piden un  título. En su caso, solo cuenta con sexto primaria. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Empleo e Ingresos (Enei 2016), la baja escolaridad dificulta el acceso a empleo.

Pérez se mostró positiva mientras hacía los trámites para obtener sus antecedentes, ya que considera que debe confiar en que le saldrá un empleo. “Los chapines nos tenemos que levantar todos los días con la intención de ser diferentes y volver a empezar de nuevo y no dejarnos caer. Aunque la situación esté difícil podemos seguir adelante”, expresó.

Pérez fue a una entrevista de trabajo en un restaurante, pero no aplicó, pues  le pedían mayor escolaridad.

La remuneración es baja

La prioridad de Cristian López es encontrar un empleo, ya que lleva dos meses sin un ingreso fijo y como padre de una niña de casi 2 años las responsabilidades son mayores. Su esposa tampoco tiene  trabajo.

López, de 27 años,  comentó que se graduó de bachiller Industrial y Mecánica Automotriz, pero ha trabajado en ventas porque le ha costado encontrar una oportunidad laboral. Señaló que   muchos  guatemaltecos se conforman con ganar muy poco, por esa misma falta de oportunidades.

Comentó que ha trabajado en lugares   hasta 12 horas por poca paga y ha tenido que  sacrificar a su familia, debido a la necesidad.

“Creo que todos trabajamos por un buen sueldo, y, pues, ahora  nosotros los guatemaltecos nos conformamos con poco,  porque no hay más y porque si dejamos ir un trabajo en donde estamos ganando  poco, nos cuesta después encontrar”, afirmó.

López agregó que el sueño de todos es tener un buen trabajo, pero  lamentablemente en el país no hay buenas oportunidades de empresas que paguen bien. Señaló que las oportunidades  que se ofrecen  para el desarrollo de los jóvenes son  escasas

En la Encuesta Nacional de Empleo e Ingresos , que corresponde al tercer trimestre del 2016, se  evidencia que el potencial de la fuerza laboral joven del país no es aprovechada al máximo.

Al cierre de esta nota, López seguía en la búsqueda de un empleo, pues no lo habían llamado de ningún lugar de los que había presentado solicitud.