Los pocos que hay no son suficientes para el centenar de menores que acuden a las aulas. Este es otro de los casos que demuestran las carencias que sigue atravesando el sector de educación pública en Guatemala.
La falta de pupitres para los estudiantes persiste ahora con el regreso a clases presenciales, lo que se evidenció en recorridos que Prensa Libre y Noticiero Guatevisión documentó en distintos centros educativos, incluyendo del interior del país.
A casi un mes desde que arrancó el Ciclo Escolar 2023, en esta escuela en Zacapa se utilizan sillas plásticas para que los estudiantes puedan recibir clases, explica la directora, Zulmi López.
Según explicó, hizo una solicitud al Ministerio de Educación a través de la delegación departamental, y aunque ingresó un lote de escritorios en esa localidad, en su caso no se les hizo entrega del mobiliario.
EN ESTE MOMENTO
“Pensábamos que seríamos dotados de los escritorios, pero finalmente no fue así, eran para otro municipio”, declaró López.
Se turnan para usar escritorios
El regreso a la presencialidad, luego de la pandemia del covid-19, está lleno de tropiezos para la formación de los niños no únicamente por la falta de escritorios, sino por fallas estructurales en las escuelas, carencia de servicios básicos como agua y luz, o que no hay suficientes maestros para la aulas que, en algunos casos, están sobrepobladas.
“Como ya no estamos en tiempo de pandemia, vienen todos los niños, entonces lo que hacemos es traer sillas plásticas que toca traer todos los días de la dirección. Otros están en banquitos”, explica la maestra Marta Pineda, quien atiende a los niños de primero primaria de la escuela en Zacapa, donde 23 reciben clases en el suelo. En la otra sección, del grupo “b”, son 27 alumnos.
Karla Ramos, la otra docente, explica que en su caso los escritorios que hay disponibles, la mayoría están en mal estado; además, los estudiantes se turnan para recibir clases en los pupitres, por lo que por momentos pueden escribir sobre un escritorio o luego, acostados en el piso.
Otros grados deben buscar sillas de plástico para estudiar ya que cuentan con mesas, pero no tienen lugar donde sentarse.
Otro caso en Chimaltenango
En Chimaltenango, se expuso también el caso de la escuela oficial San Antonio, en San Andrés Itzapa, en Chimaltenango. Allí, los estudiantes permanecieron en un patio recibiendo clases, mientras concluía la construcción del aula que los albergaría.
Los maestros incluso pidieron apoyo a través de las redes sociales para poder conseguir o reparar escritorios. Incluso, improvisaron y sujetaron respaldos de sillas de plástico.
Para los educadores los retos persisten, pasados 19 años de que la que escuela esté funcionando en el municipio.
Faltan 400 mil escritorios
Al consultar a la titular de la cartera de Educación, Claudia Ruiz, sobre la problemática, declaró el pasado 2 de marzo que actualmente falta cubrir una demanda de unos 400 mil escritorios para escuelas e instituciones públicas a nivel nacional.
Se expuso a Ruiz las condiciones, como en la Escuela Oficial 8 de marzo, en Bárcena, Villa Nueva, en donde los padres de familia se dieron a la tarea de reparar escritorios que ya estaban en la chatarra.
De acuerdo con Ruiz, el regreso a clases implicó un aumento en la matrícula escolar, pero aunque “sabían que las precariedades afectarían”, pero “prefirieron tener estudiantes en las aulas”.
Aunque, según Ruiz, hay un proceso de adquisición de escritorios en proceso con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), para la compra de más escritorios por Q25 millones, indicó que al ser un proceso de licitación el proceso, tomaría más tiempo sin precisar un plazo definitivo.