Jerusalén, a donde Jesús quiso entrar montado en un asno, es la ciudad de la Pasión, narrada en los Evangelios.
Jerusalén recibe a Cristo, el Rey, montado en un pollino, para dar cumplimiento a la profecía de Zacarías: “¡Alégrate mucho, hija de Sión! ¡Grita de alegría, hija de Jerusalén! Mira, tu rey viene hacia ti, justo, salvador y humilde. Viene montado en un asno, en un pollino, cría de asna”.
El Domingo de Ramos es la puerta de la Semana Santa, día en que se anticipa la victoria de Cristo sobre la muerte. Los ramos o palmas son el símbolo de la victoria, señal de triunfo. Jesucristo entra como un rey y es aclamado como tal por el pueblo.
Guatemala no es ajena esta tradición, porque, además de pintoresca es la ventana a los grandes cortejos procesionales de la Semana Mayor, que están suspendidos desde 2020 por la pandemia del coronavirus.
Acá se confeccionan los ramos y se bendicen. Estos son hechos de hoja de palma, una palma propia de la temporada y de dos colores. En el país no hay ramos de un solo color.
La creatividad parar armarlos incluye adornos como flores de ocasión y otros adornos que los asocian a la pasión.
Así se vivió el Domingo de Ramos este 28 de marzo de 2021 en algunas iglesias de la capital.