El pasado 11 de mayo el gobierno del presidente Jimmy Morales decretó un estado de sitio en esos dos pueblos porque se agudizó el enfrentamiento entre pobladores por la incertidumbre legal sobre la propiedad de la tierra, lo cual ya ha provocado muertos.
La disposición restringe las garantías constitucionales de libertad de locomoción, reunión, manifestación y portación de armas, y otorga más facultades a las fuerzas de seguridad para realizar detenciones e interrogatorios.
Castillo detalló que en total se destruyeron 44,4 millones de matas amapola, así como 277,6 millones de bulbos de la misma planta en 105.407 hectáreas, cuyo valor comercial asciende a 151,4 millones de dólares.
Además, el vocero indicó que destruyeron 169 mil 731 matas de marihuana valoradas en 8,6 millones de dólares.
El conflicto de tierras, surgido hace 83 años y que ha dejado víctimas mortales, heridos y cierre de vías de comunicación, se debe a la falta de una demarcación legal de los limites entre ambas poblaciones y la conflictividad se agravó por la siembra de amapola para elaborar drogas como heroína y opio.
Cientos de familias pobres del oeste guatemalteco cultivan marihuana y amapola de opio ante la falta de empleo u otros medios de subsistencia.