Estos poblados conectan con la cabecera municipal por medio de un único camino vecinal de unos 15 kilómetros, que se encuentra en mal estado.
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Según refieren los habitantes de esas comunidades, luego de la erupción del Volcán de Fuego sus cultivos se vieron cubiertos por una espesa capa de ceniza volcánica que afectará el rendimiento de los mismos.
Según Esbin Cabrera, presidente del comité comunitario de desarrollo de El Paraíso Chau, las pérdidas pueden ser casi totales.
30 mil 221 familias fueron afectadas en sus cultivos en Escuintla, Sacatepéquez y Chimaltenango.
“La ceniza cayó a un mes o mes y medio de la cosecha de maíz, el grano de café tampoco va a soportar porque se quema por el azufre, aunque la tierra sea fértil” indicó el líder comunitario.
El daño para la economía local es difícil de estimar, según el alcalde del municipio, Bernabé Ajín, pero el mayor impacto se dará en la agricultura familiar de estas comunidades. El jefe edil indicó que la mayor necesidad es en asistencia alimentaria para los próximos meses.
La ayuda distribuida por las autoridades comunitarias forma parte de lo enviado por diferentes centros de acopio de todo el país, informó el alcalde.
Para unas 70 familias de la comunidad de El Paraíso Chau, la convivencia con el Volcán de Fuego está marcada por la precariedad.
Cabrera refirió que al menos en dos ocasiones el año pasado el poblado tuvo que reunirse en el centro de emergencia instalado en la escuela local. Los comunitarios son originarios de El Asintal, Retalhuleu, y obtuvieron los terrenos de cultivo como parte de los programas del Fondo de Tierras hace 19 años, refirió el presidente del comité.
200 familias en San Pedro Yepocapa temen la pérdida total de sus cultivos de maíz, frijol y café luego de la erupción del Volcán de Fuego.
Otras comunidades cercanas viven y trabajan en fincas aledañas, como las 70 familias habitantes de Nueva Victoria, o las 60 que residen en Monte Carmelo. Para todas ellas, sin embargo, la principal dificultad en casos de emergencia o para el traslado de sus productos es el difícil acceso por un camino vecinal.
Edwin Josué Curruchich Chávez, presidente del comité de Monte Carmelo, resaltó que año tras año el mal estado del camino representa un problema para las comunidades.
Son pobladores que, además de la tragedia, ahora ven con preocupación la posibilidad de perder sus cultivos. “Siembras de maíz, frijol y tomate se pueden perder; a la milpa le faltaba un mes y medio, pero con la ceniza todo se puede perder”, refirió el poblador.
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