Barrios egresó de la Universidad de San Carlos e hizo su especialidad en traumatología y ortopedia en el HR entre 1991-1994. Luego trabajó en el Centro Médico Militar y en 2000, tras la firma de Los Acuerdos de Paz, regresó al HR, según recordó su colega Eddie Castellanos, con quien cursó la especialidad.
Entre 2008 y 2012 fungió como director del HR. En 2019 fue uno de los fundadores de la Asociación de Ortopedistas y Traumatólogos egresados del HR y al momento de su muerte fungía como presidente.
Los últimos años atendió una clínica de servicio social en Mixco, a la cual llegaban personas con escaso poder adquisitivo. Marco Vinicio Barrios, su hermano, cuenta que los precios eran bajos, y cuando alguien no podía pagar no se le cerraba la puerta. A menudo recolectaba fondos para que los pacientes no tuvieran que pagar el costo real de exámenes, que a veces ascendían a Q1 mil.
“Las clínicas siempre estaba llenas de gente agradecida. Siempre fue muy servicial y siempre proveyó a la gente. Apadrinó una gran cantidad de jóvenes hasta llevarlos a proceso de graduación como médicos. Siempre fue muy servicial”, dijo el hermano médico.
Zagreb Zea, presidente de la Junta Directiva del Cuerpo Médico del Hospital Roosevelt, comentó que Barrios siempre estuvo dispuesto a escuchar las necesidades del gremio médico y salía en su defensa cuando era necesario.
“Fue una persona bastante anuente a escuchar las necesidades del hospital, fue un director como pocos que han pasado por el Roosevelt. Siempre daba la cara por su cuerpo médico”, dijo Zea.
Por su parte, Edith González contó que Barrios siempre apoyó el programa de educación acelerada entre 2006 y 2016, del cual ella estuvo a cargo en sus inicios. A través de un convenio con el Instituto Superior de Educación Abierta (ISEA) se logró graduar de bachilleres a agentes de seguridad, personal de limpieza, costureras y demás trabajadores del Hospital Roosevelt que tenían bajos grados de escolaridad.
“Yo le estoy muy agradecida porque él siempre dio su apoyo al proyecto. Se graduaron personas que tenían segundo primaria a bachilleres. Todas las actividades a las que lo invitaba, él estaba presente, inauguraba diplomados o entregaba diplomas de clausura”, recordó González, quien recalcó que el médico siempre se preocupó por la profesionalización de los trabajadores.
Mientras que Castellanos, quien actualmente es vicepresidente de la Asociación de Ortopedistas y Traumatólogos egresados del HR, dijo: “Nos quedamos con el sentimiento de no poderlo ver, de no poderlo despedir. Era una persona muy educada, muy pacifista, muy mediadora y un médico muy respetuoso. La verdad es que era una gran persona y estamos muy dolidos”.