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Eta daña 380 escuelas y pone en peligro a 45 mil estudiantes para 2021

El Ministerio de Educación gestiona los fondos para realizar la reparación de las más de 300 escuelas cuya infraestructura resultó dañada por las intensas lluvias de hace una semana. Aún hace falta intervenir en los 10 mil establecimientos que necesitan servicio de agua y drenajes para hacer frente a la pandemia.

La tormenta Eta dejó serios daños en el país, varias escuelas tuvieron daños por las fuertes lluvias que inundaron varios departamentos. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca)

La tormenta Eta dejó serios daños en el país, varias escuelas tuvieron daños por las fuertes lluvias que inundaron varios departamentos. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca)

El alcance del daño que la depresión tropical Eta causó en el territorio guatemalteco aún no se puede medir. Los monitoreos continúan, pues muchas comunidades todavía se encuentran anegadas, y otras más, incomunicadas. Hasta el 16 de noviembre el Ministerio de Educación (Mineduc) reportó 380 escuelas con deterioro en su infraestructura, y el monto estimado para hacer las reparaciones asciende a Q29 millones.

La cartera no cuenta con los fondos para cubrir esta emergencia, y de acuerdo con la Ministra de Educación, Claudia Ruiz, se hacen gestiones para obtener los recursos de un préstamo del BID, en el marco del estado de calamidad que está vigente por 30 días en los departamentos azotados por las lluvias.

No se descarta que la cantidad de edificios dañados aumente, ante la amenaza del ingreso al país del huracán Iota, que en su trayectoria se ha fortalecido con precipitaciones y ráfagas de viento que el lunes alcanzaban los 260 km/h.

Los meteorólogos pronostican que seguirá la ruta que tuvo Eta y que afectará a los departamentos que están en alerta roja desde hace una semana.

Alta Verapaz es uno de ellos, y según el monitoreo preliminar del Mineduc tiene el mayor número de establecimientos afectados por las inundaciones y deslaves ocasionados por el paso de la depresión tropical, se cuentan 172.

Este es el departamento con la matricula estudiantil más robusta del país, solo por detrás de la capital. Este año se inscribieron 334 mil 673 estudiantes, y ocho de cada 10 están en el sector público, que ha sido el más impactado por la pandemia del covid-19, pues desde marzo los niños y adolescentes no asisten a clases presenciales y con dificultad han tenido que aprender a la distancia sin herramientas como internet. En Alta Verapaz solo el 5.8 por ciento de la población cuenta con el servicio, según el más reciente censo poblacional.

Santa Rosa, Chiquimula e Izabal son los otros departamentos que reportan más escuelas con daños en su infraestructura, con 62, 31 y 28 respectivamente.

Mientras que en Huehuetenango suma 18, en Zacapa son 16, en Petén se cuentan 14 y en Quiché, 10. El menos afectado es El Progreso, con cuatro edificios que necesitarán ser reparados.

Además, se cuentan 17 edificios con daños en el departamento de Guatemala y 2 en Escuintla.

De acuerdo con la arquitecta Suzel Canel, encargada del remozamiento de escuelas en el Mineduc, los daños en la infraestructura de los establecimientos van desde el colapso en el sistema de drenajes y fosas sépticas, hasta deterioro de los servicios sanitarios, esto provocado por las inundaciones y el desbordamiento de los ríos.

La saturación en los suelos por las copiosas lluvias provocó deslizamientos que afectaron los cimientos de varias escuelas, se reportan pisos quebrados, deterioro en muros perimetrales y fallas en paredes. Eta alcanzó vientos de 45 km/h lo que también ocasionó serios problemas en los techos.

“Tenemos un porcentaje de estructuras que se vieron seriamente dañadas, que para nuestra vista como técnicos se necesitaría una reposición del edificio completo”, mencionó Canel. “Un 5 por ciento de toda la infraestructura educativa que fue afectada necesitaría una reconstrucción”, agregó.

La reedificación de los establecimientos educativos se hará por medio del Ministerio de Comunicaciones y Vivienda, con quien el Mineduc ya está en conversaciones, refiere la arquitecta.

De lo que sí se hará cargo Educación es del remozamiento de los edificios, trabajo que se realizaría a través de las Organizaciones de Padres de Familia (OPF), siempre que el monto no exceda los Q75 mil, que es el techo establecido en el programa de Apoyo a Mantenimiento de Edificios Escolares Públicos, denominado como el Quinto programa, que está destinado para el mejoramiento de techos, servicio sanitario, pintura de paredes, reparaciones de pisos, ventanas y servicio de agua, tubería, cableado eléctrico, entre otras correcciones menores.

¿Cuánto tiempo llevarían estas reparaciones? Según Canel, el Mineduc depende de la asignación presupuestaria, y toda vez las OPF tengan los recursos asignados en su cuenta monetaria, los trabajos estarían terminados en tres meses.

La ministra de Educación señaló que se sostuvo una reunión con el BID y con el Crédito Público para que se analice la posibilidad de utilizar los fondos de un préstamo de US$150 millones que se gestionó hace dos años para la cartera.

Un problema adicional

A las 380 escuelas que requieren ser intervenidas se suman los 10 mil edificios escolares que no cuentan con la infraestructura necesaria para implementar las medidas de prevención contra el covid-19. No tienen servicios sanitarios, agua entubada y drenajes, necesarios para garantizar el regreso a clases de 1.5 millones de niños y adolescentes el próximo año.

La mayor cantidad de escuelas que no tienen las condiciones mínimas para un retorno a las aulas se ubican en Alta Verapaz, son alrededor de 1 mil 633 los establecimientos que no tienen dichos servicios en este departamento.

La ministra Claudia Ruiz señaló durante una citación en el Congreso que no cuenta con el recurso financiero para hacer esas reparaciones, que protegerían del contagio del coronavirus a los estudiantes.

Durante esta gestión, se han remozar 2 mil establecimientos públicos en los 22 departamentos, informó la funcionaria.

Alrededor de 19 de estos edificios fueron alcanzadas por Eta, sin embargo, el monitoreo continúa para establecer si el número aumentará. Afortunadamente, según Calel, no se reportan daños mayores. Estos establecimientos están en Huehuetenango, Izabal y Zacapa.

Se está a la espera de la autorización de los fondos del préstamo para iniciar con las reparaciones, que bien podría llegar en dos semanas, además, las OPF tienen un período de tres meses para terminar los trabajos, de esto dependerá que los establecimientos dañados por Eta estén arreglados para el inicio del ciclo escolar 2021.

Aunque el regreso a las aulas también dependerá del tablero de alertas covid-19. La ministra señaló que la Comisión Presidencial de Atención a la Emergencia Covid-19 (Coprecovid) ya tiene los protocolos trabajados por el Mineduc, y solo falta su aprobación.

“Si se nos complica el escenario con los establecimientos que han sido dañados por Eta, en ese sentido, estamos preparados para un sistema híbrido, por lo que los niños no se verían afectados para comenzar con un nuevo ciclo escolar”, indicó la ministra. De esa cuenta las clases el próximo años podrían iniciar a la distancia.

Fin de ciclo escolar 2020

Son 45 mil estudiantes los inscritos en las escuelas dañadas, y con los de las comunidades más afectadas en Izabal y Cobán, Ruiz dijo que serán “más flexibles” al momento de ser evaluados, pues muchos no podrán continuar con la entrega de trabajos y del portafolio, cuando faltan dos semanas para terminar el año escolar.

“No se verán afectados. Estos niños ya tienen más el 80 por ciento del proceso que se tenía planificado alcanzar. Los maestros a estas alturas ya han llenado las rubricas que llevan para el registro del aprendizaje de los estudiantes”, agregó.

Convertidas en albergues

Durante la emergencia ocasionada por la depresión tropical un total de 89 escuelas se abrieron para albergar a los damnificados de siete departamentos en los que se declaró estado de calamidad.

Pobladores afectados durante la depresión tropical Eta fueron llevados a escuelas, que se convirtieron en albergues. (Foto Prensa Libre: Cortesía)

Debido a que en Alta Verapaz los estragos fueron mayores, allí se habilitaron 38 albergues, mientras que en Izabal 24, en Quiché se utilizaron 13 centros escolares, en Petén fueron siete, en Huehuetenango se abrieron cuatro, dos más en Zacapa y en Chiquimula fue uno.

Tras el paso del huracán Iota, que el lunes 16 de noviembre ya había alcanzado la categoría 5 en intensidad, es probable que nuevamente los establecimientos educativos sean utilizados como refugios temporales de las personas que se encuentren en zonas de alto riesgo.

La Escuela Oficial Rural Mixta del caserío Canlun II, en el municipio de Panzos, Alta Verapaz, se convirtió en albergue, según el profesor Alejandro Culcul. Alrededor de 150 pobladores de la aldea Telemán fueron trasladados al lugar debido al desbordamiento del río Polochic.

El maestro comentó que durante la pandemia han entregado guías de estudio cada semana a los estudiantes, pero las precipitaciones provocadas por Eta y debido a que la aldea quedó incomunicad dicha actividad se suspendió, también será difícil realizar la quinta entrega de la alimentación escolar que se tenía prevista para esta semana, no solo por lo difícil del acceso sino también porque muchos agricultores que surtirían de productos a las escuelas perdieron sus cultivos. En el establecimiento educativo hay 174 estudiantes de preprimaria y primaria.

Al respecto, Ruiz mencionó que en Alta Verapaz e Izabal las OPF, encargadas de comprar y distribuir la alimentación escolar, podrán adquirir únicamente productos no perecederos, debido a que la lluvia arruinó los productos agrícolas, una circular se les hará llegar en los próximos días con dicha información.

 

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