Comunitario

Falta ordenamiento territorial en 336 comunas

La falta de voluntad para hacer un plan de reordenamiento territorial prevalece en 336 municipalidades, y solo en la capital y en Antigua Guatemala se cuenta con este proyecto, vital para reducir el riesgo de desastres como el ocurrido en El Cambray 2.

El urbanista Alfonso Yurrita y Carlos Barillas, de Segeplán —al centro—, conversan con los periodistas Geovani Contreras y José Manuel Patzán, en el programa Diálogo Libre.

El urbanista Alfonso Yurrita y Carlos Barillas, de Segeplán —al centro—, conversan con los periodistas Geovani Contreras y José Manuel Patzán, en el programa Diálogo Libre.

Carlos Barillas, de la Secretaría de Planificación y Programación de la Presidencia (Segeplán), durante el programa Diálogo Libre y el urbanista Alfonso Yurrita,  recomiendan que los proyectos de vivienda tengan un mejor control.

¿Cómo se puede evitar que más gente viva en zonas de riesgo?

Yurrita: El esquema general de Guatemala es el problema económico y el subdesarrollo, porque en el municipio de Guatemala prácticamente todo el esfuerzo está dedicado a la Avenida de La Reforma y a la zona 14, pero al pasar uno por La Terminal se da cuenta del desorden que hay. Trabajé con un geólogo que estudió el problema del terremoto en Guatemala y descubrió que había dos fallas: una de Mixco y una de Santa Catarina Pinula, y esta en poco tiempo se activaría.

¿Cuál es el diagnóstico y en qué condiciones se encuentra Guatemala?

Barillas: Se han hecho dos estudios desde el 2012. El peor indicador es que de 338 municipalidades, solo el municipio de Guatemala y Antigua Guatemala tienen un plan de reordenamiento. Estamos acompañando a más de 80 municipalidades, para que trabajen planes de reordenamiento.

Hay un plan en la capital, pero ¿qué pasa con viviendas que están en barrancos o laderas?

Barillas: La propuesta que se hace en la ley es obligar a los desarrollos urbanísticos a que un porcentaje de eso sea para generar vivienda social. Estas son medidas drásticas, pero necesarias y fundamentales para que la población tenga acceso a vivienda en terreno seguro.

¿Por qué los alcaldes no se preocupan por el ordenamiento territorial?

Barillas: Hay variables como falta de capacidad técnica; hay directores municipales de planificación que no han terminado el bachillerato o los básicos. Es un problema económico porque no se hacen estudios de suelo. Sin embargo, todos estos temas los podemos resolver a través del apoyo de la cooperación internacional o del apoyo técnico de otras entidades que otorgan a las municipalidades. Fundamentalmente es falta de voluntad.

Yurrita: El problema es que el desarrollo económico se ha concentrado en el sur del país, pero también en la capital, y la ocupan los planificadores urbanos como un negocio. En Colombia, un porcentaje de los proyectos se dejan para el sector público.

El ordenamiento territorial define los usos adecuados que debe tener el suelo y su aprovechamiento. Este se transforma en un reglamento en que se dice qué se puede hacer en los tipos de terreno.

Solo los municipios de Guatemala y Antigua Guatemala, en Sacatepéquez, cuentan con un plan de reordenamiento territorial.

Expertos aseguran que los cambios de gobierno siempre dificultan el desarrollo de proyectos urbanos de personas de más escasos recursos.

¿El plan de ordenamiento se ve afectado con el cambio de alcaldes?

Barillas: Sí, es sumamente crítico. A los técnicos de las municipalidades cada cuatro años los cambian y los obligan a empezar de nuevo esas capacitaciones y a sensibilizar a los políticos. Esto tiene que ser un proceso participativo, por eso incluimos a los vecinos en las decisiones para que sepan qué está pasando y que sean los mismos que al siguiente gobierno le exijan que continúen estos procesos.

La Constitución y el Código Municipal establecen la obligatoriedad de las municipales para que hagan su plan de ordenamiento territorial; el problema es que no se establece una pena para el que no lo haga.

¿Las desarrolladoras están realizando los estudios necesarios en los terrenos?

Yurrita: No, y están asustados. Ya no venden a la orilla de los barrancos, y la gente también tiene temor. El problema es que los desarrollistas venden la tierra, pero solo por razones económicas, y no sociales.

¿Cómo convencer a las poblaciones para que desalojen terrenos en riesgo?

Barillas: Es el caso de Mixco, donde se les albergó tras un deslave, pero no se les dio una solución para que tuvieran acceso a una vivienda y varios regresaron a la zona.

¿Qué se debe observar en un proyecto donde se adquirirá una vivienda?

Yurrita: Se deben observar los materiales y el terreno donde se encuentra; el construir en piso lleva a realizar una construcción más fuerte. Los promotores tienen una gran responsabilidad pero los controles son débiles.

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