Las familias residían en comunidades con altos índices de desnutrición en Huehuetenango, Sololá, Chimaltenango, Jalapa, Alta Verapaz, Quiché, Totonicapán, Suchitepéquez, Guatemala y Chiquimula.
Luis Pedro Chang, investigador principal del estudio, explicó que las personas sabían del valor nutricional de frutas y verduras, pero preferían comer tortillas.
Tortillas y maíz
“Todas las familias saben que las frutas son buenas, pero prefieren las tortillas y el maíz, porque ya son parte de su vida”, explicó Chang.
En el estudio se hace énfasis en que por lo menos tres cuartos de las familias entrevistadas dijeron que prefieren vender los productos que producen, como leche o queso, o las frutas y verduras que recolectan antes que consumirlos.
Con el dinero compran otros alimentos o comida que no aporta a la nutrición. “Sin embargo, de estos alimentos, los únicos que son comprados son el pan dulce, las gaseosas y la comida chatarra”, consigna el informe.
El documento también hace mención que las familias están conscientes del valor nutricional de la carne de res, cerdo y pollo, pero no les es posible comprarlos por su alto precio. En cambio, dicen que las pastas, sopas instantáneas y galletas sí están al alcance de su bolsillo, y son preferidas porque “llenan”.
Alimentos preferidos
La Sesan entrevistó a 96 familias en áreas de desnutrición para saber su preferencias alimentarias.
La tortilla es más valorada que las frutas y las verduras.
Prefieren vender leche, queso y frutas antes que consumirlas.
Sodas, pan dulce y galletas son preferidas al consumo de frutas y verduras.