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Glaucoma, el ladrón silencioso que roba la visión: la cifra real de pacientes en Guatemala es incierta

El glaucoma puede causar ceguera, en Guatemala las cifras oficiales no reportan la cantidad de personas que padecen la enfermedad.

Ser mayor de 60 años es uno de los factores de riesgo para desarrollar glaucoma. (Foto Prensa Libre: Ana Lucía Ola)

Ser mayor de 60 años es uno de los factores de riesgo para desarrollar glaucoma. (Foto Prensa Libre: Ana Lucía Ola)

Varón, 60 años, piloto de transporte pesado. Diagnóstico: glaucoma avanzado. Por la enfermedad dejó de conducir y perdió su única fuente de ingresos.

Conocido como el ladrón silencioso de la visión, el glaucoma provoca que las personas pierdan gradualmente la capacidad de ver. Es la segunda causa de ceguera en el mundo, y este 12 de marzo es el día mundial para concientizar sobre el padecimiento.

Es una enfermedad crónica degenerativa que afecta el nervio óptico -es la conexión del ojo con el cerebro-, y se estima que más de 76 millones de personas en el mundo la padecen, para el 2040 se espera que la cifra se eleve a 111.8 millones, según la Guía Latinoamericana de Glaucoma Primario de Ángulo Abierto 2019. Actualmente hay 5 millones que perdieron completamente la visión por causa del padecimiento.

En países subdesarrollados, que es el caso de Guatemala, el informe indica que entre el 82% y 96% de la población con glaucoma no es diagnosticada y desconoce que lo tiene.

Realidad nacional

Guatemala no tiene estadísticas certeras de cuánta gente padece glaucoma. En la base de datos del Ministerio de Salud los casos que se reportan son pocos, solo aparecen aquellos que son captados por el sector público. En el 2021 se registraron 192, para el 2022 hubo un aumento del 154%. En lo que va del año, al 1 de marzo se cuentan 89.

En el país, la población está en desventaja ante la enfermedad, pues la cobertura de salud pública para la detección del glaucoma es limitada. Para tener acceso a una consulta oftalmológica particular hay que hacer un desembolso económico, que no todas las personas pueden hacerlo, principalmente las de escasos recursos. Esto impide que tener un dato certero de cuántos guatemaltecos lo padecen.

La Unidad Nacional de Oftalmología (UNO) es una institución semigubernamental, a donde son referidos los pacientes, pues tiene el equipo y médicos especialistas para diagnosticar y tratar el padecimiento, a bajo costo. En 2022 atendieron 150 mil 900 consultas, de estas la Clínica del Glaucoma hizo 17 mil 100 evaluaciones, pero no todos los pacientes tenían la enfermedad, había casos sospechosos.

Lucía Lepe, jefe de la clínica de Glaucoma de la UNO, indica que en el país hay alrededor de 220 oftalmólogos -concentrados en la capital- que son los médicos que pueden realizar el diagnóstico, que requiere de estudios especializados.

Es usual que las personas al tener problemas de visión acudan a una óptica para que les receten lentes. La médico refiere que la evaluación es más que chequear la graduación, hay que hacer una evaluación oftalmológica integral. Hay que medir la presión ocular -el factor de riesgo más importante para el desarrollo del glaucoma-, la córnea, el iris, la retina, el nervio óptico, todas las estructuras del ojo.

Con el glaucoma el campo de visión es reducido, se produce en la periferia y puede avanzar hasta convertirse en una deficiencia visual grave.

Los factores de riesgo son la presión intraocular alta, tener más de 40 años, ser de raza negra o hispana, antecedentes familiares, padecer enfermedades como diabetes, hipertensión arterial o problemas cardiacos, tener graduación alta, haber sufrido traumas oculares y múltiples cirugías de otras causas en el ojo.

Hay una causa más que preocupa a los oftalmólogos y es el uso no controlado de medicamentos tópicos de venta libre. Lepe refiere que provocan glaucoma secundario por esteroides y es una de las principales causas de ceguera entre los jóvenes.

 

“Tienen acceso a gotas económicas con esteroides, que son de venta técnicamente controlada, pero no al 100%. Se las aplican una o dos veces al día, por meses o años y el paciente queda ciego”, dice la médico, y es una lucha que sostienen con el Ministerio de Salud para que la venta se regule. Pese a que está en ley que estos medicamentos no se vendan sin receta, no se cumple.

Los pacientes diabéticos también tienen riesgo de tener glaucoma, por el mal control de la enfermedad, es uno de los problemas más comunes, que causa pérdida de visión y son los casos más frecuentes en la clínica de la UNO.

Teniendo en consideración que, según reporte del Ministerio de Salud, el 17.8% de los guatemaltecos mayores de 18 años son diabéticos, una alta cantidad de los guatemaltecos están expuestos a padecerlo.

Afecta vida productiva

Lepe menciona que la enfermedad debe considerarse un problema de salud pública que trae repercusiones a la vida productiva de la población que la padece.

“No es lo mismo tener los dos ojos completamente funcionales a tener uno. Si es un transportista, definitivamente no le darán una licencia para conducir, su fuente de ingreso se verá limitada. Si pierde la visión, no podrá laborar, sus ingresos económicos serán afectados, no solo para el paciente, sino también para su familia”, dice Lepe.

Hay un impacto en los ingresos económicos que las personas dejan de percibir, pero también por los precios del tratamiento. En Estados Unidos, según el informe, cada año el costo directo del glaucoma oscila entre US$3 mil y US$6 mil millones.

La doctora Lucía Lepe, de la Clínica de Glaucoma en la Unidad Nacional de Ofalmología, refiere que es importante la evaluación anual de la visión. (Foto Prensa Libre: Ana Lucía Ola)

A esto se agrega los efectos en la calidad de vida. “Los pacientes con glaucoma son más propensos a reportar depresión, ansiedad, quemaduras, dificultades para caminar y caídas, dificultades para conducir y dificultades para leer, entre otras actividades cotidianas”, agrega el documento.

Prevención

No se cura, el glaucoma es una enfermedad crónica y degenerativa. Dependiendo del punto en el que se haga el diagnóstico, así se podrá intervenir para tratar de postergar o evitar que la persona quede ciega. El tratamiento va desde gotas, láseres y cirugía, según el caso.

“Es real, existe y va desde tener una sospecha de glaucoma, ser un caso leve, moderado, severo o terminal, que llegará a la ceguera. Esto es un proceso que lleva años”, dice Lepe.

La recomendación es que las personas se sometan a una evaluación oftalmológica anual para detectar la enfermedad en etapas tempranas, y el Día Mundial del Glaucoma busca hacer conciencia en la población sobre la importancia del cuidado visual.

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