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Graduandos no tendrán prueba diagnóstica, seminario y prácticas supervisadas

En medio de una pandemia sin precedentes, 168 mil 46 jóvenes guatemaltecos esperan recibir su título de nivel medio al concluir este ciclo lectivo, uno muy particular. La promoción 2020 culminarán sus estudios a la distancia, no tendrán la experiencia de realizar el seminario, la practica supervisada ni la prueba diagnóstica de Matemática y Lectura, requisitos que cumplieron las generaciones anteriores.

Pruebas a los graduandos de Guatemala.  (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Pruebas a los graduandos de Guatemala. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

La emergencia sanitaria del covid-19 llevó a la interrupción de actividades en los centros educativos, y de los diez meses de clases contemplados en el calendario escolar 2020 solo se han cubierto tres de manera presencial, ya que el riesgo al contagio del virus mantiene a los estudiantes resguardados en sus casas, aprendiendo por medio de guías de autoaprendizaje y lineamientos, y de plataformas virtuales.

 

Con el cierre de los establecimientos, el Ministerio de Educación (Mineduc) ha tomado decisiones que modificaron el ciclo escolar como se tenía previsto a principio del año. La más reciente es suspender la prueba a la que se someten los estudiantes del último grado de diversificado, no es vinculante pero era requisito para recibir el título o diploma de nivel medio. La disposición es respaldada con el Acuerdo Gubernativo 114-2020 publicado el lunes último.

“Por la situación de la emergencia no se realizarán las evaluaciones”, dijo Héctor Cermeño viceministro Técnico del Mineduc.

Hacerlas obligaba a los jóvenes a asistir a una sede específica y congregarse por espacio de tres horas para someterse a dos pruebas, Matemáticas y Lectura, pero las aglomeraciones están restringidas para evitar el contagio del covid-19. Una alternativa sería realizarlas de manera virtual, lo cual fue evaluado por las autoridades de Educación, sin embargo, Cermeño indicó que no todos los estudiantes tienen acceso a internet.

Estas han sido un termómetro que evidencia si los escolares han alcanzado las competencias y habilidades necesarias al salir del Sistema Educativo. Además, proveen información valiosa que permite planificar acciones y tomar decisiones para mejorar la calidad de enseñanza.

“Por este año no contaremos con esta información, tendríamos que tener como referente la última evaluación que se realizó”, agregó el viceministro.

La prueba diagnóstica del 2019 reveló que solo tres de cada diez estudiantes obtuvieron un logro satisfactorio en Lectura, mientras que en Matemáticas fue uno.

A criterio de Hector Canto, exviceministro de Educación, la evaluación de graduandos no es vinculante, pero permite conocer cómo fue el proceso de formación desde la preprimaria hasta el diversificado de los estudiantes, por lo que al no realizarlas se pierde la oportunidad de tener esa información y de hacer algo distinto en el tema de evaluación.

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“Queremos tener siempre al estudiante de manera presencial, cuando ahora hay software a través de los cuales se pudo trabajar las pruebas, porque son de opción múltiple, y los estudiantes solo tenían que conectarse y seleccionar las opciones. El Mineduc pudo haber aprovechado la oportunidad para probar esta nueva forma en línea”, dijo el exfuncionario.

Canto indicó que la mayoría de jóvenes de diversificado está familiarizada con plataformas virtuales, pues el 88% de los estudiantes de dicho nivel viven en el área urbana, y cerca del 73% son del sector privado, que tiene mayor acceso a la tecnología, por lo que la evaluación de graduando habrían sido una oportunidad para replantearse cómo hacer las pruebas.

Sin prácticas, sin seminario

Será la primera vez, desde 2006, que los graduandos no se someterán a la prueba diagnóstica, pero otras modificaciones hacen que la promoción 2020 sea atípica. Los estudiantes tampoco tendrán la experiencia de la investigación grupal del curso de Seminario, pues el Mineduc acordó en mayo pasado que cada estudiante presente un trabajo individual sobre el tema de Nutrición.

Para evitar que se expongan al contagio deben usar la información que tengan a la mano en libros, internet o vivencias familiares. El informe deberían entregarlo en septiembre próximo.

Canto menciona que el Seminario es una oportunidad para que los jóvenes desarrollen competencias blandas como toma de decisión, capacidad de pensamiento, análisis, identificar soluciones, desarrollar la lectura y la redacción, trabajar en equipo, por lo que era importante mantener esta práctica. También era una oportunidad para que el Mineduc innovara y usara metodologías distintas para que el estudiante lograra nuevos aprendizajes.

La práctica supervisada también quedó suspendida. Los estudiantes debían realizarla en una empresa, taller o establecimiento educativo, según la carrera que cursan. En su lugar tendrán que desarrollar un proyecto o estudio de casos.

De acuerdo con Fernando Porres, licenciado en Educación y Psicología, este es un proceso que acerca a los estudiantes a la realidad y a la ejecución de sus conocimientos, lo cual indudablemente les ayuda a ser autónomos y responsables. Pero este año no tendrán esa oportunidad.

Si bien esta experiencia los acercarse al mundo laboral, Canto menciona que el suspenderla era “los más prudente” por la pandemia. Sin embargo, debe propiciar un replanteamiento dentro del Sistema Educativo sobre cómo formar a futuros profesionales en situaciones de crisis.

¿Menos aprendizaje?

De acuerdo con el estudio Covid-19, la respuesta educativa en Guatemala, desarrollado por la Universidad del Valle de Guatemala, en este ciclo escolar el contenido curricular no será cubierto en su totalidad debido a la suspensión de clases presenciales, y seis de cada diez docentes consultados indicó que ha priorizado las áreas de Lectura, Matemática y Comunicación, algo razonable en situación de la pandemia.

Cermeño señaló que este “es un reto que tiene Guatemala y otros países, de que este año solo se pueden atender aspectos básicos de acuerdo a los planes de estudios, y en nuestro caso, con relación al Currículo Nacional Base”.

A criterio de Canto, las posibilidades académicas de los estudiantes se verán afectadas, no para los jóvenes que buscan insertarse al mundo laboral, sino también para los que aspiran entra a la universidad, instituciones que tendrán que trabajar en nivelar los conocimientos que no fueron adquiridos en este último año de carrera.

Puede que al final del ciclo haya vacíos en el contenido académico que no se logre aprender, sin embargo, los jóvenes han tenido que reinventarse ante esta situación y con ello adquirido otras capacidades.

“Como otras experiencias generadas por la irrupción educativa, la generación de graduandos 2020 ha desarrollado competencias que en tiempos normales no se habían logrado”, mencionó Lucía Verdugo, Oficial Nacional de Educación de la Unesco Guatemala.

Destaca la autonomía, para el aprendizaje y la resolución de problemas, la capacidad de “aprender a aprender”, el pensamiento crítico ante la necesidad de afrontar problemas reales. Hay que valorar los aprendizajes que implica la convivencia familiar en términos de valores como la tolerancia, la paciencia y la solidaridad. “Los jóvenes han tenido que asumir nuevas responsabilidades, han podido reflexionar sobre su futuro y planes de vida ante la incertidumbre”, agregó la experta.

Esta sería una promoción de estudiantes más resiliente a los cambios. Porres agregó que es un momento histórico en el que los jóvenes requieren de orientación psicopedagógica y emocional. Ya que el impacto en la calidad educativa no se logrará medir a través de las pruebas diagnóstica, las evaluaciones de admisión para las universidades podrían dar un parámetro al respecto

 

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