Para esta fecha, la entidad académica proyecta que el país podría reportar un acumulado de 19 mil 299 personas fallecidas por covid-19.
Durante esta fecha se reportaría la mayor cantidad de muertes diarias desde que se presentó el primer caso positivo en Guatemala, según el análisis de la Universidad de Washington.
A través de una metodología matemática, el equipo de investigadores estimó que, en el peor de los escenarios, para entonces la cantidad de defunciones diarias será de hasta 474 diarias; mientras que si la tendencia sigue igual, estos podrían ser 201 decesos diarios.
En el panorama más alentador, en el que se mantenga el uso universal de la mascarilla, serían 161 fallecimientos diarios.
El mayor número de casos activos se alcanzaría el 8 de octubre y se calcula que sea de 76 mil 468 casos, incluyendo a los no diagnosticados. Aunque en el peor de los escenarios podría ser de 180 mil 394 y en el más optimista sería de 60 mil 303.
La cifra más preocupante, sin embargo, es la cantidad de muertes acumuladas por el virus que con la que finalizaría el año: un total de 23 mil 633, con probabilidad de incrementarse hasta 31 mil 824.
El porcentaje de población vacunada con esquema completo sería apenas del 14 por ciento, mientras que un 27 por ciento habría recibido ya la primera dosis.
Los datos pueden consultarse en acá.
Urgen medidas
Alicia Chang, infectóloga de la Asociación Guatemalteca de Enfermedades Infecciosas (Agei), advierte que el panorama podría ser caótico y es necesario que el gobierno tome medidas más drásticas para evitar tragedias.
“Empezamos a tener presencia de la variante delta, que es más transmisible. El nivel de contagio está en escalada. La única manera de revertir esto sería vacunando a más personas y hemos discutido la necesidad de cerrar el país. Habría que evitar que la gente salga durante por lo menos dos semanas y solo permitir que vayan a vacunarse. Muchos países han tenido que hacerlo”, dijo Chang.
La profesional de la salud considera que como el Gobierno no toma medidas más contundentes, muchas personas tienen la percepción errónea de que la situación está bajo control, cuando en realidad sucede lo contrario.
Por su parte, la infectóloga Iriz Cazali afirma que es indudable que mientras más restricciones se apliquen, más controlada estará la pandemia. En ese sentido advierte que se debe considerar un toque de queda más ampliado, impulsar de nuevo el teletrabajo, evitar reuniones culturales y deportivas y reconsiderar el regreso a clases de los estudiantes.
Asimismo, considera urgente que haya una supervisión estricta para que no existan aglomeraciones en el transporte público, ya que se han observado buses abarrotados sin que exista distanciamiento social.
“Ahorita estamos con una escalada en la positividad y las medidas tienen que volverse más rigurosas y por más tiempo. Las nuevas variantes tienen hasta seis veces más replicación”, advierte la profesional de la salud.
Karin Slowing, del Laboratorio de Datos, advierte que las medidas que el gobierno anunció en el estado de calamidad no están orientadas a detener la pandemia.
“De 22 horas a 4 horas (el horario vigente del toque de queda) no hay nadie en la calle. Las medidas del Gobierno tienen otros propósitos. Utilizan la excusa de la pandemia para cercenar libertades. Eso es preocupante porque si quisieran contener la enfermedad habría que utilizar otra estrategia”, dice Slowing.
La ruta para contrarrestar la pandemia está clara desde el año pasado y pasa necesariamente por mejorar el rastreo de casos y acelerar la vacunación, dice Slowing.
El escenario es alarmante si se considera que en Guatemala ya se reportaron cuatro variantes del coronavirus sobre las cuales existe evidencia que son más transmisibles. Estas son delta, alfa, gama y beta, según confirmó a Prensa Libre el jefe del Laboratorio Nacional de Salud, César Conde.