Bernardo Arévalo y Karin Herrera, elegidos por la ciudadanía como presidente y vicepresidente de la República, respectivamente, deberán participar el 14 de enero en una sesión solemne en el Congreso de la República, y tomar posesión en la sala Efraín Recinos del Centro Cultural Miguel Ángel Asturias. Ese día también se juramentará al gabinete que los acompañará durante cuatro años de gobierno.
Pero la expectativa de lo que pueda ocurrir en las dos semanas previo a su investidura se mantiene entre la población, ya que el Ministerio Público continúa con una serie de acciones e investigaciones relacionadas con la integración del partido. También contra el binomio electo, para quienes está la petición del retiro de antejuicio, en el caso relacionado con la toma de campus de la Universidad de San Carlos de Guatemala (Usac).
Asumir como presidente será un desafío, pero también lo será trabajar con el mismo presupuesto del 2023, y con un Congreso de la República en donde las bancadas Vamos por una Guatemala Diferente (Vamos) y la Unidad Nacional de la Esperanza son la mayoría, y esto podría traer complicaciones para el Ejecutivo.
El reacomodo de las fuerzas políticas en el Legislativo será vital para afinar una agenda legislativa de país. Los diputados tendrán en sus manos la renovación de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y Cortes de Apelación. Las reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos, al sector Justicia y a la ley de amparos que deben salir del Congreso.
En este 2024 también se debe dar continuidad a investigaciones como una serie de ilegalidades en la constitución del comité pro formación del partido Vamos, que llevó a Alejandro Giammattei al poder.
Corrupción y drogas
Guatemala descendió en el ranking mundial de corrupción y se ubica en las peores cuatro naciones del continente americano, según los datos de la organización Transparencia Internacional, difundidos en 2022.
Contrarrestar este flagelo es uno de los desafíos este año, como también lo será combatir el narcotráfico, pues según cálculos de diversas entidades, el 90 por ciento de las drogas que se dirigen hacia Estados Unidos transitan por Guatemala.
Retos sociales
La mayoría de la población percibió el 2023 como un año en que todo se encareció. El costo de los alimentos y los productos de primera necesidad se elevaron y el bolsillo de los guatemaltecos lo resintió, situación que podría continuar en este 2024. El impacto de los conflictos geopolíticos en Ucrania y Medio Oriente contribuyen a ello y golpean a las poblaciones más vulnerables.
En Guatemala el 59 % de la población vive en pobreza y casi un 20% en pobreza extrema, es un país de desigualdades.
No es de extrañar, entonces, que el nuevo año arranque con 3.1 millones de guatemaltecos en inseguridad alimentaria, reporte que ensombrece al país, al igual que los más de 24 mil niños casos de niños menores de cinco años con desnutrición aguda que fueron identificados en 2023 y las 54 muertes de infantes por esta causa. Son cifras que para el nuevo gobierno será un desafío disminuir.
También lo será crear oportunidades de empleo y mejores condiciones de vida para la población, que al no ver sus necesidades básicas satisfechas ven en la migración una alternativa para sobrevivir.
En materia educativa el reto es ampliar la cobertura, pues según datos de Unicef, cerca de 2.7 millones de niños y adolescentes están fuera del sistema Educativo.
Otra de las deudas que se deben tratar de solventar en el 2024 es mejorar el acceso a la salud pública, y como un ejemplo alcanzar a la niñez menor de cinco años con el esquema básico de vacunación que durante la pandemia se mantiene por abajo del 95%, el ideal planteado por la Organización Mundial de la Salud.
Con relación al deporte, el desafío es lograr que se levante a Guatemala la suspensión por parte del Comité Olímpico Internacional (COI) para que los atletas nacionales vuelvan a ondear la bandera azul y blanco en las competiciones internacionales.