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Guatemala será parte de una red internacional de investigación de la tuberculosis

La red ayudará al diagnóstico, exploración de nuevos tratamientos y capacitación de médicos en la tuberculosis.

Guatemala y Chile son los únicos países de Latinoamérica que participarán en una red internacional para formar y capacitar a médicos en el tema de la tuberculosis. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

Guatemala y Chile son los únicos países de Latinoamérica que participarán en una red internacional para formar y capacitar a médicos en el tema de la tuberculosis. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

Guatemala y Chile son los únicos países de Latinoamérica que participan en este proyecto denominado ADVANCE-TB, que inicia este 1 de noviembre y es liderado por médicos españoles.

Este busca mejorar la gestión, diagnóstico y tratamiento de los pacientes con tuberculosis mediante una mejor integración del conocimiento clínico y de estudios científicos, con el involucramiento de hospitales e instituciones académicas conectadas a sitios de investigación en distintos entornos médicos y geográficos. Este trabajo colaborativo es financiado por la Unión Europea.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó que la tuberculosis es la segunda enfermedad infecciosa que más muertes causa en el mundo por detrás del covid-19. En el 2020 se cobró la vida de 1.5 millones de personas.

Guatemala tiene una incidencia de 26 enfermos por 100 mil habitantes, con más 4 mil casos de tuberculosis registrados por año.

En el 2019 el Ministerio de Salud reportó que Escuintla, Retalhuleu, Suchitepéquez, San Marcos, Guatemala e Izabal eran los departamentos que concentraban la mayor carga de la enfermedad.

La médica Nancy Sandoval, presidenta de la Asociación Centroamericana y del Caribe de Infectología (Acencai), refiere que la participación de Guatemala se dio luego de varios acercamientos con el Instituto de Investigación Germans Trias i Pujol (IGTP en inglés), de Badalona, España, que conformaron esta red colaborativa para acercar a los países los avances en el tema de la tuberculosis.

La intención es establecer grupos de trabajo para compartir conocimiento y sesiones de formación para investigadores jóvenes y médicos que quieran especializarse en el tratamiento de esta enfermedad.

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Nadie está libre

Ningún país se libra de tener casos de tuberculosis; sin embargo, hay zonas en donde es más difícil detectar a los enfermos, principalmente por el poco acceso de las personas a los servicios de salud y laboratorios de referencia que realicen los test, lo que sucede en las zonas rurales.

En la población pediátrica detectar el padecimiento no es sencillo, pues los niños de corta edad no son capaces de proporcionar una muestra de esputo para realizar la prueba.

De acuerdo con el médico español José Domínguez, integrante del equipo de investigación del IGTP, hay factores sociales que inciden en la aparición de la tuberculosis, pues la enfermedad está asociada a la calidad de vida de las personas, al hacinamiento y las condiciones de pobreza de la población, como Guatemala. Una persona infectada puede contagiar a otras 10.

Sandoval agrega que el riesgo de padecer tuberculosis es alto para los guatemaltecos, y hay condiciones que hacen más vulnerable a una persona de enfermar, entre ellas la edad, comorbilidades o enfermedades que debilitan el sistema inmune como diabetes, enfermedades pulmonares crónicas, enfermedad renal, VIH, cáncer, malnutrición, pero también el contexto en que viven las poblaciones, como mencionó Domínguez.

“Pese a que cada vez existen más formas resistentes a los antibióticos y que cuesta más tratar (la infección), hoy en día existen fármacos suficientes como para que la mayoría de los pacientes se cure. Es una vergüenza que a nivel mundial cada año mueran casi 300 mil niños por tuberculosis, una enfermedad tratable con antibióticos”, señaló Domínguez.

Que Guatemala participe en esta red internacional beneficiará no solo en el diagnóstico de la enfermedad entre los guatemaltecos, sino también permitirá explorar con nuevos tratamientos, que sean más efectivos y de aplicación menos prolongada y nuevas formas de administrarlo. “También vamos a trabajar con los profesionales para intentar armonizar los datos en los que se disponen de todos los pacientes para poder desarrollar de forma más rápida ensayos clínicos”, agregó el médico español.

Detección vs estigma

En Guatemala el Programa Nacional de Tuberculosis cuenta con la capacidad instalada y tecnificada para realizar la búsqueda activa de casos. En el proceso se pasó de hacer baciloscopías —que a criterio de Sandoval no son fiables debido a la baja sensibilidad y porque son dependientes de la calidad de muestra y del operador—, a utilizar tecnología molecular de PCR o GNExpert —como se denomina la forma rápida de hacer el diagnóstico en los servicios de salud—, lo cual ha mejorado la forma de detectar a los infectados.

Pese a esos adelantos, en el país persiste el estigma y discriminación alrededor de la enfermedad, por lo que hace falta que la población esté consciente que cualquiera está expuesto.

La tuberculosis es una enfermedad pulmonar que la produce una bacteria (Mycobacterium tuberculosis) que se transmite por el aire. Las personas al toser liberan pequeñas gotitas de saliva, que pueden contener micobacterias y estas pueden ser inhaladas por las personas convivientes o que están en el entorno y ser infectadas, el proceso es muy similar a lo que sucede con el contagio del covid-19.

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La tuberculosis cuando infecta a una persona puede pasar un tiempo latente, como dormida, sin desarrollar síntomas, pero determinadas condiciones que el sistema inmunológico no pueden controlar lleva a que se desarrolle la enfermedad, como explica Domínguez.

Los síntomas a los que se debe estar atento son tos persistente acompañada de escalofríos que pueden ser nocturnos, hemoptisis o flemas con sangre, también la pérdida de peso.

“No debemos olvidar que en países endémicos existe la condición de infección tuberculosa latente, es decir, que están infectados pero que pueden desarrollar la enfermedad si tienen una condición inmunosupresora o debilitante del sistema inmune y deben recibir tratamiento”, dijo Sandoval.

Agregó que mientras las condiciones de calidad de vida y de pobreza existan habrá tuberculosis, pues son factores que se relacionan con su aparición.

La enfermedad también tiene un impacto en el bolsillo de las familias. La OMS estima que cerca de uno de cada dos hogares afectados se enfrenta a gastos superiores al 20 por ciento de la renta del hogar.

 

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