Por la falta de dinero los esposos racionan la comida a sus diez hijos, incluso, hay días que no tienen qué comer. Ellos vivien en una covacha construída con vigas de madera y forrada con láminas deterioradas y nailon, en un campo cercano a la colonia Prados de San José, Escuintla.
Para sostener a la familia Vicente Morales ya vendió su bicicleta, un azadón, la piocha y parte de la ropa de la familia para poder comprar alimentos.
La comida es una necesidad, sin embargo es no la prioridad para la familia Morales, pues necesitan cada semana Q42 para llevar a Vilma al Hospital General al tratamiento contra la leucemia, además de los medicamentos que le recetan.
“Cada día tenemos que ver qué vamos a comer, gracias a Dios hay gente que a veces nos regala víveres. Cuando no hay y se acaba el dinero tengo que mandar a mis hijos con unos familiares para que les den de comer”, explica Alicia García, madre de los niños.
“Mi esposo trabajó de mecánico en un taller, vendió sus herramientas para poder comprar medicinas para Vilma y darnos de comer”, agrega la madre.
Alicia y Vicente tienen dos sueños: tener dinero para darles de comer a sus hijos, y tener la noticia que la niña venció el cáncer.
“Mi esposo tiene miedo que el Gobierno nos quite a Vilma, por eso cada vez que se queda sin dinero procura vender algo para poder controlar su enfermedad”, dice con al voz cortada la madre.
Desnutridos
Tres de los niños están al resguardo de una asociación que se los llevó para alimentarlos y cuidar de ellos; los esposos esperan ver a sus hijos en mayo, según el acuerdo que efectuaron con la entidad humanitaria.
Una úlcera gástrica afecta a la pareja, y no es para menos, comen una vez al día en el mejor de los casos, otras veces pasan días sin probar alimentos.
Alicia también está enferma, sin embargo los esfuerzos se centran en Vilma y el tratamiento para la leucemia. Cada semana el padre sale con la menor hacia el Hospital San Juan de Dios para el tratamiento, aunque cada vez se hace más difícil conseguir los Q42 para el traslado.
“Un día quiero escuchar al médico que me diga: su hija está sana. Ese día quiero morir”, dice Vicente.
Ayuda para la familia
La historia de la familia Morales García es solo una de las muchas similares en el país, sin embargo si usted desea ayudar comuníquese directamente con ellos al 5598-8127, o haga un donativo en la cuenta de ahorro 40-1133172-6 del Banco Agromercantil a nombre de Vicente Morales.