Comunitario

Van 437 sismos durante 2016 en Guatemala

Guatemala registra 437 temblores en 2016, aunque podrían ser más, pues detectarlos depende de la cantidad de estaciones de monitoreo.

Los eventos sísmicos en el departamento de Guatemala son relativamente escasos. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Los eventos sísmicos en el departamento de Guatemala son relativamente escasos. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

El Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh) tiene 28 estaciones instaladas.

El territorio tiene influencia de tres placas tectónicas: la de Cocos, en el océano Pacífico; la Norteamericana y la del Caribe. Además, fallas grandes como la del Motagua, Jalpatagua, Chixoy-Polochic y Jocotán-Chamelecón.

“Son tres piezas de la tierra que se mueven, una respecto de las otras. En el Pacífico, la de Cocos está moviéndose debajo del continente. Esto ha sido así por millones de años y probablemente lo seguirá siendo. Es el principal foco de actividad sísmica, por eso la continuidad en el sur del país”, explicó el geofísico Pablo Castellanos, del Insivumeh.

El experto aseguró que los pobladores pueden estar tranquilos porque la actividad sísmica está en lo normal y los temblores no han sido tan fuertes y han liberado energía para hacerse sensibles. “Como las placas continuamente están en movimiento, si tenemos este tipo de sismos es buena señal porque la energía se está liberando. Si la energía se acumula, puede haber eventos más grandes, aunque no estamos exentos de que ocurra uno más grande”, reveló el geofísico, quien añadió que no se puede decir que la sensible continuidad de los temblores es premonición de algo más grande.

En la ciudad

Los eventos sísmicos en el departamento de Guatemala son relativamente escasos, reconoce el Insivumeh, y aunque las personas los sienten, muchas veces el origen no está en esta área.

“La mayoría de los casos son en la falla de Jalpatagua o la de Cocos”, indicó Castellanos.

El martes pasado, un temblor de 4.5 grados en escala de Richter alarmó a los capitalinos. El epicentro se registró a 16.4 kilómetros al suroeste de la ciudad y tuvo origen en la parte final de la falla de Jalpatagua, cerca de la caldera del Lago de Amatitlán, con una profundidad de cuatro kilómetros.

“Siempre hay eventos en alguna parte del territorio. Sucede como una especie de efecto dominó, pues en lugar de crearse donde están las placas, ocurren en otros lugares donde están las llamadas fallas y el terreno es discontinuo”, explicó Castellanos.

Otros eventos

Desde el lunes último hasta ayer, el Insivumeh tenía registros de 16 sismos; los últimos dos de mayor magnitud se reportaron el miércoles, de 5.2 y 4.3, ambos en escala de Richter.

Según los expertos, los movimientos telúricos pueden ser tan leves como la energía de una botella que cae al suelo, pues el movimiento de las placas es permanente, por lo que siempre habrá sismos. Datos históricos han demostrado que ha habido temblores que tardan meses; sin embargo, al ser de larga duración liberan bastante energía; de lo contrario pueden ser peligrosos a los seres humanos.

Estudio especial

Científicos de una universidad de Míchigan, Estados Unidos, solicitaron información el año pasado al Instituto Geográfico Nacional (IGN), con la que evalúan la cuenca del Polochic y Motagua. El monitoreo se alargó hasta la parte de San Marcos.

Los resultados del estudio no han sido proporcionados a Guatemala, que dio los datos de las estaciones geodésicas a los científicos, afirmó Óscar Cruz, jefe de la Unidad de Geodésica del IGN.

Este año, la institución no tiene estaciones para monitoreo, por falta de pago de las líneas de comunicación.

“Las fallas alrededor de la ciudad y en la ciudad son de la naturaleza. Además tenemos muy cerca el Volcán de Pacaya y se sabe que ese tipo de actividad puede producir eventos en la capital”, reiteró Castellanos.

El último sismo de gran magnitud en el país ocurrió hace 40 años. Fue catalogado como terremoto por su magnitud, de 7.5 grados en la escala de Richter, con profundidad de cinco kilómetros y epicentro en Izabal. Unas 23 mil personas murieron, 76 mil sufrieron heridas y hubo un millón de damnificados.

ESCRITO POR: