Comunitario

Guatemaltecas contribuyen con excelencia en sus comunidades

“Se nos ha tachado como el sexo débil, cuando en realidad las mujeres tenemos formas más efectivas y sutiles de ejercer el poder”, son palabras de Malala Yousafzai, quien recibió el Premio Nobel de la Paz 2014, a los 17 años, por su incansable tarea en contra de la opresión a las mujeres y la promoción de su aporte social.

Marisol Chávez lucha cada día en contra de la discriminación. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Marisol Chávez lucha cada día en contra de la discriminación. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Ellas son protagonistas de meritorios cambios que generan desde su labor cotidiana en diversos ámbitos como la seguridad pública, el rescate de personas, la lucha contra la discriminación y los derechos laborales, así como para la educación y el desarrollo de sus comunidades.

En otras, su heroismo sobresale en su quehacer diario, al hacerse cargo de hijos y nietos que dependen de su ajetreado trabajo, para demostrar que pese a la falta de oportunidades y a la edad avanzada, se han abierto puertas entre el camino tortuoso de la existencia.

El aporte de mujeres como las que presentamos en esta edición constituye un motivo de esperanza para todo el país, pues existen muchas más como ellas.

Sus historias de valor sirven de ejemplo para las presentes y futuras generaciones de mujeres que no deben dejar de buscar espacios para empoderarse, comenzando por su labor de día a día.

Lucha contra la delincuencia

Hace solo tres meses que Ruth Nohemí Ramírez Rivas, de 30 años, integra el Grupo de Reacción Inmediata Lobos (Gril),  de la Policía Nacional Civil,  pero en ese corto tiempo ha participado en varios operativos de captura de delincuentes, momentos en los cuales   afirma que actúa sin temor y con fe en Dios.

“Esta profesión tiene sus complicaciones, pero es bonita. Lo más difícil es cuando andamos en las calles, a la espera de toparnos con los delincuentes”, manifiesta la agente.

Ángel que regala vida

Ningún día es igual a otro para los miembros del Cuerpo de Bomberos Voluntarios, cada jornada trae vivencias fuertes, expresa  la socorrista Silvia Lorena Ortiz Cruz.

Sin embargo, considera que su acto más heroico es hacer bien las cosas más sencillas: “Regresar a casa y ver el rostro de mis hijas es una de mis grandes recompensas”, afirma la socorrista.

“Mi padre fue bombero y tuve la oportunidad de verlo rescatar vidas. Mi vida cambió a partir de eso y decidí ser bombera”,  cuenta con entusiasmo.

Batalla contra la discriminación

La discriminación y violencia que Marisol Chávez sufrió desde los 10 años de edad, a causa del conflicto armado interno, la motivó a luchar por  los derechos de la mujer indígena, especialmente del área rural, desde instancias que velan por el bienestar de ese sector.

Chávez, de 46 años de edad, originaria de  Salquil Grande, Nebaj, Quiché, es abogada y notaria. Además, en la actualidad es   representante titular del sector de mujeres ante el Consejo Departamental de Desarrollo (Codede) de Quiché y el Consejo Nacional de Desarrollo Urbano y Rural (Conadur).

Como mujer indígena maya ixil, ha aportado al desarrollo integral de las mujeres de su natal Nebaj  como cofundadora de las comunidades lingüísticas a escala nacional.

“En los últimos 10 años he contribuido al fortalecimiento organizativo de la Confederación de Mujeres, integrada con féminas de los 21 municipios de Quiché”, señala.