El mismo miércoles 8 de marzo empezó la coordinación para los traslados de las menores. Una de las primeras tareas fue contactar a los parientes y la construcción de los ataúdes, ya que algunos fueron especiales por la estatura y el peso.
“Fue una tarea ardua por la cantidad de traslados, porque muchas fueron enviadas a San Marcos, Petén, Jutiapa, Zacapa y zonas y municipios del departamento de Guatemala, por citarle algunos casos”, comentó.
Dificultad
El miembro de la funeraria aseveró que por las quemaduras que llevaban, el proceso de embalsamado fue más complicado y porque algunas de las familias, por ser de escasos recursos, no tenían ropa para cambiarlas. “Fue y es duro todavía ver esta situación”, añadió.
Agrego: “Muchos pensarán que nosotros no tenemos o perdimos los sentimientos por tener contacto frecuente con los fallecidos, pero no; es dura la situación. Tratamos de inculcar a los empleados que todo el proceso debe hacerse con respeto”.
Comentó que por el momento solo quedan pendientes tres traslados de los cuerpos que tenía registrados el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif).
Sin identificar
“Se presume que los cuerpos de tres niñas no se han entregado porque el Inacif realiza pruebas para identificarlas y localizar algún familiar”, dijo.
Aclaró que cinco de las familias atendidas informaron que ya tenían coordinado con otra funeraria los servicios.