El fuego consumió unos 40 locales, según el vocero de Bomberos Voluntarios Mario Cruz. El fuego fue alimentado por la madera y otros productos que hay en los locales y bodegas.
Hermanas mueren calcinadas
Ángela y Verónica, ambas de apellido Crisóstomo, de 15 y 13 años respectivamente, estaban durmiendo en uno de los locales, acondicionado para vivir y vender plátanos y ropa usada.
Ángela ya cursaba el ciclo básico en un establecimiento del sector, su hermana estaba en sexto primaria, según informaron familiares. El papá murió hace dos meses y desde entonces estaban al cuidado directo de la hermana mayor, Emilia Francisca que salió ilesa del siniestro, mientras la madre trabajaba.
Las niñas para ayudar en la economía familiar vendían plataninas por la mañana, por la tarde estudiaban. La madre Linda Cucum trabaja para la municipalidad de Guatemala, en el programa Limpia y Verde; se encontraba ya en sus labores cuando sucedió la tragedia.
Según Rigoberto Luna, uno de los locatarios, el fuego habría comenzado allí; las niñas junto a su madre vivían en el local y no tenían electricidad, se alumbraban con candelas y sería una de estas que cayó y así comenzó el incendio.
El mayor problema que enfrentaron los cuerpos de socorro fue la falta de agua y el difícil acceso de las unidades abastecedoras a través del mercado.
Un grupo de vendedores también colaboró en la extinción del fuego y formaron una cadena humana para facilitar el ingreso de botes con agua y desde la terraza de algunos comercios combatir el fuego.
Elementos del Ejército y la Policía Nacional Civil fueron destacados en la primera hora del siniestro para resguardar el área y mantener el orden entre los vendedores y facilitar las tareas de los socorristas.
Los bomberos tardaron al menos 90 minutos en controlar el fuego y unas 2 horas más para descombrar y declarar oficialmente extinto el siniestro.
En 2014
El 25 de marzo de 2014 fue la última vez que se reportó un incendio de grandes proporciones en el mercado más grande del país. En esa ocasión los cuerpos de socorro combatieron por 8 horas el siniestro hasta controlarlo. El mayor reto en ese entonces fue la falta de agua y el difícil acceso al lugar.
El incendio consumió al menos 600 locales en el mercado más grande de la capital; el siniestro inició a eso de las 3 horas y fue cerca del mediodía cuando pudo ser controlado.
Para abastecer una cisterna se requirió de al menos media hora para llenar el contenedor y otros 45 minutos para trasladarlo al área del incidente; este proceso fue requerido debido a la falta de hidrantes en el área.
La municipalidad movilizó más de 20 cisternas para abastecer a los bomberos, también contó con el apoyo de empresas privadas.