Estos sublinajes se detectaron por primera vez en enero y febrero de 2022 en Sudáfrica y han causado preocupación ya que tienen una alta capacidad de evadir la protección inmunitaria que se obtiene por una infección previa o por la vacunación.
En sus estudios preliminares, la Organización Mundial para la Salud (OMS) advirtió que las mutaciones de ómicron debían estudiarse a profundidad, ya que podrían tener capacidad de lograr un “escape inmunológico”.
Por esta razón, la comunidad de salubristas ha recomendado a la población mantener las medidas de bioseguridad y no bajar la guardia. Asimismo, han solicitado al Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) avanzar en los esquemas de vacunación, pues Guatemala es uno de los países de América con mayores rezagos.
“Hay personas que se reinfectan al mes o dos meses tras haber contraído esta enfermedad con ómicron. Hay que ser precavidos, usar mascarilla y lavado de manos constante. No ir a eventos muy concurridos y seguir los esfuerzos para completar los esquemas de vacunación. Aún falta trabajo”, dijo Alicia Chang, presidenta de la Asociación Guatemalteca de Enfermedades Infecciosas.
LNS
El último informe del LNS, que abarca de las semanas del 19 al 31 de julio, consideró 94 muestras para realizar un proceso de secuenciación.
Los resultados han variado desde la semana del 15 de mayo, cuando las subvariantes predominantes eran BA.2, BA.2.12.1 y BA.4. Ahora, en el período antes referido, el sublinaje BA.5 representa el 60.5 por ciento; BA.2.12.1, 22.3 por ciento; BA.4, 12.8 por ciento y BA.2 el 4.2 por ciento.
“El linaje BA.5 ha desplazado a los otros sublinajes, siendo éste el sublinaje predominante actualmente”, informó el LNS.