Todo tipo de basura fue arrastrada y contaminó las aguas de los lagos de Amatitlán y Atitlán a causa de las tormentas que azotaron a Guatemala el pasado fin de semana, entre el 15 y 16 de junio de 2024.
La contaminación en ambos lagos se agrava cada vez que llueve. El impacto es tal que prácticamente los convierte en lagos de basura debido a la severa cantidad de desechos que acumulan luego de ser abandonados en las calles o en las laderas.
La lluvia arrastró residuos sólidos y otros contaminantes desde áreas urbanas y rurales hasta estos cuerpos de agua.
Cuánta basura se extrajo en el lago de Amatitlán
En total, en la cuenca del lago Amatitlán, en dos días se acumularon unos 1 mil 200 metros cúbicos de residuos que fueron arrastrados por el agua, en su mayoría botellas o recipientes plásticos, metales y otros objetos no degradables. Además, también localizaron cuerpos de animales sin vida.
Retirar los residuos se convirtió en una extenuante jornada para el personal de la División de Control Ambiental de la Autoridad para el Manejo Sustentable de la Cuenca y del Lago de Amatitlán (Amsa), que se encargó de extraer la mayor cantidad posible de basura durante los dos días.
Para hacer un comparativo, Amsa informó que diariamente, en promedio, se extraen 240 metros cúbicos de residuos. Esto representó tres veces más durante el fin de semana, lo que resultó en la remoción de una cantidad significativamente mayor de basura en dos días.
Una parte se extrae manualmente, otra con plantas acuáticas y hasta una retroexcavadora que remueve las toneladas de basura acumuladas.
Impacto en el lago de Atitlán
Por otra parte, la Autoridad para el Manejo Sustentable de la Cuenca del Lago de Atitlán (Amsclae) también recolectó un total de 748 libras de residuos en el río San Francisco, del municipio de Panajachel, que desemboca en el cuerpo de agua.
Las imágenes de las labores de limpieza permiten observar la magnitud de la estela de basura que abandonan las corrientes a la orilla del lago.
Entre los diversos contaminantes que llegan a las aguas, los que generan mayor preocupación para los conservacionistas son los químicos como fertilizantes y pesticidas usados en la agricultura, que también terminan siendo arrastrados por la lluvia hacia el lago.
Esto se debe a que generan eutrofización, un proceso que incrementa el crecimiento de algas y disminuye el oxígeno disponible para otros organismos acuáticos.
La problemática ocurre año con año, pero al iniciar la época de lluvia suele aumentar el nivel de contaminación en los ríos Villalobos, Pampumay, Frutal, Zacatal y Pinula, que son parte de la cuenca del lago de Amatitlán.
La división encargada de la limpieza trabaja contrarreloj cuando aumentan las precipitaciones, pues detener las extracciones puede representar un problema ambiental cada vez mayor, ante el riesgo de una acumulación excesiva de basura.
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