Al verificar la situación en algunos establecimientos, todavía no han recibido los recursos, mientras que en otros la refacción y útiles sí han llegado.
Una maestra y presidenta de una junta escolar de un establecimiento de Mixco, quien prefirió no identificarse por temor a represalias, comentó que lleva un año y medio de estar conformando la OPF y que hasta el momento no han recibido los recursos.
Señaló que entre los problemas que han tenido es que la dirección de la escuela no concuerda con la información que tiene la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT).
“Los padres de familia exigen, pero son trámites burocráticos que no le han dado luz verde al asunto… Han sido un sinfín de trámites que a la larga es cansado”, expuso.
Agregó que conoce compañeras de otras escuelas en donde tienen años de haber conformado las OPF, pero hay escuelas, como la de ella, donde están atrasados.
Resaltó que además ha tenido problemas con el banco porque la dirección departamental les pide que la cuenta esté a cero, pero el banco la cierra, o bien en la SAT se da un documento donde reconocen la personalidad jurídica del representante legal, que tiene vigencia de tres meses, pero el año pasado su contrato salió en julio y el certificado de la SAT se venció.
“Ya me querían cobrar multa de algo que ni en cuenta, y encima de eso doy de mi tiempo porque los trámites los hago por la tarde”, aseveró.
Abraham Martínez, director Departamental de Guatemala Occidente, afirmó que son diversas las razones por las que algunos maestros y padres de familia no ha podido conformar las juntas escolares.
Agregó que, por ejemplo, con la SAT tenía ese problema con unas 35 escuelas, pero ya lo resolvieron con 30. Señaló que de las 549 de preprimaria y primaria que atienden, el 50 por ciento ya tienen conformadas las OPF, y que un 25 por ciento se encuentra en proceso de conformación y el resto no ha comenzado.
Karina Méndez, quien tiene inscritos a sus hijos en la escuela Ulises Rojas, ubicada en Bárcenas, Villa Nueva, señaló que no cuentan con OPF debido a que los padres se niegan a formar parte de las mismas, pues representa tiempo y responsabilidades, y en su caso, aunque ella está interesada en que le den la refacción a sus niños, por su trabajo no puede hacerlo.
Agregó que también existe temor, debido a que han sabido que algunos padres han sido extorsionados por delincuentes cuando saben que ellos manejan fondos, o que a algunos maestros les han puesto sanciones.
Esfuerzo adicional
Eliseo Colorado Orellana, representante legal de padres de familia de la escuela ubicada en El Tesoro, Tecpán Guatemala, Chimaltenango, comentó que ellos se han organizado y desde que inició el año han recibido la refacción escolar y útiles para los niños. Cuando tienen que hacer algún viaje a la dirección departamental o hacer algún trámite los mismos padres recolectan los viáticos.
Silvia Casasola de Marroquín, directora del Complejo Escolar por la Paz (Cepaz), ubicado en la zona 1 capitalina, comentó que para que les alcance Q1.11 por cada niño que recibe al día para refacción escolar se las han ingeniado, pues el presupuesto que se les asignó fue con base en el número de estudiante del año pasado cuando eran 677 niños, y hasta marzo del 2016 cerraron la inscripción con 715 niños.
Señaló que la OPF es de gran beneficio porque hay cierta autonomía para buscar a los proveedores, y agregó que los desembolsos por primera vez se los han dado con anticipo, porque en años anteriores han tenido que esperar e incluso no recibirlos, como en el 2015 cuando faltó un traslado.
Comentó que el menú de los menores está definido por semana y consta de: un vaso con Incaparina con leche, avena con leche, un pan con frijol o ensalada de pollo o jamón y una fruta por día.
Para comprar el gas lo hacen con recursos que deja la tienda escolar, porque no les alcanza el Q1.11 por cada estudiante. “Es insuficiente… hacemos milagros para darles de comer”, aseveró Casasola.
Carmen Recinos, maestra y tesorera de la OPF de la Escuela de Párvulos Ramona Gil, zona 1, comentó que han hecho un menú variado que incluye atol de cereales con leche, un día pasta y otro fruta. Las compras las hacen al por mayor, para que el dinero alcance. Recalcó que ser parte de la OPF requiere tiempo y organización. Recinos se quejó de que algunos padres confunden la alimentación de los niños, pues se trata de una refacción y hay quienes mandan a sus hijos sin haber desayunado.
La jornada vespertina de la misma escuela no cuenta con OPF, por lo que hasta ahora han hecho un proceso diferente para obtener los insumos, los cuales deben elegir de una lista, pero a la fecha siguen sin recibir refacción, ni útiles escolares.