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La calidad del aire que respiran los guatemaltecos es mala, según Insivumeh

Monitoreo del Insivumeh indica que la concentración de material particulado en el aire puede llegar a ser dañino para la salud, en especial para personas con problemas respiratorios.

La calidad del aire en el departamento de Guatemala es mala, según informe de Insivumeh. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

La calidad del aire en el departamento de Guatemala es mala, según informe de Insivumeh. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca PL)

Los últimos reportes del Instituto Nacional de Sismología Vulcanología Meteorología e Hidrología (Insivumeh) indican que la calidad del aire en el departamento de Guatemala es mala, al igual que en Petén. Mientras que en Quetzaltenango se registra como muy mala. Estos son los puntos en donde se cuenta con una estación para hacer la evaluación.

Dicha condición se debe a la cantidad de material particulado que flota en el ambiente, que son una mezcla de partículas sólidas y gotas líquidas que contienen polvo, suciedad, hollín o humo, como describe la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de Estados Unidos.

Luis Carlos Hernández, ingeniero ambiental que colabora en la sección de calidad del agua y aire del Insivumeh, refiere que la concentración de las partículas se mide en dos variables: un diámetro mayor a 10 micrómetros sobre metro cúbico de aire y menor a 2,5, que es el índice avalado por la EPA.

La medición de la condición del aire se agrupa en rangos según la contaminación por partículas. El nivel es bueno si se encuentra en el valor de 0-50, moderado de 51-100, malo de 101-150 y muy malo de 151-200.

En el boletín del Insivumeh publicado el 6 de junio indica que en el departamento de Guatemala la concentración del material particulado de 2,5 micrómetros -un cabello humano es 30 veces más grande que la más fina de estas partículas- tiene un valor de 120, por lo que la calidad del aire es mala y puede ser dañino para la salud, principalmente para las personas con afecciones respiratorias.

Quetzaltenango tiene un valor de 164, por lo que la condición se cataloga como muy mala, según el informe del 11 de junio, el que también indica que en el caso de Petén es de 109 y se considera mala.

Hernández indica que el humo de cualquier transporte a base de combustible contribuye al deterioro de la calidad del aire, y es la principal fuente de material particulado en los centros urbanos.

También hay variables climatológicas que afectan la contaminación por partículas, cómo la temperatura y la humedad, que provocan que estén más o menor tiempo en suspensión en el ambiente. El calor hace que floten durante todo el día.

La ausencia de lluvia también afecta, ya que el suelo está seco y con cualquier corriente de aire el polvo se levanta y se dispersa. Cuando hay humedad en el suelo las partículas pesan y no se elevan con el viento.

En el caso de Petén, los incendios que se han registrado y que han consumido más de 20 mil 600 hectáreas -monitoreo de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred)- de terreno forestal podrían afectar en la condición de la calidad del aire.

La EPA menciona que el material particulado puede inhalarse y causar problemas de salud. Las partículas menores a 10 micrómetros suponen un problema mayor, debido a que pueden llegar “a la profundidad de los pulmones, y algunas alcanzar el torrente sanguíneo”.

Mientras que las partículas finas (2,5) ocasiona visibilidad reducida (bruma), que es un riesgo para los conductores.

La mala calidad del aire en Guatemala es un tema que se evidencia en otros estudios. El informe 2022 de la empresa suiza IQAir junto con Greenpeace indica que Guatemala es el cuarto país peor clasificado de en América Latina, por detrás de Perú, Chile y México. Se midió el material particulado en 2,5 en micrómetros.

Ante estas condiciones en el ambiente la guía de la PEA sugiere que las personas vulnerables eviten hacer actividades que requieran un mayor esfuerzo, y lo ideal es hacerlas en interiores.

El Ministerio de Salud menciona que el aire puede tener algún contaminante, y esto pude causar afecciones respiratorias en personas de la tercera edad, en niños menores de 7 años o en personas inusualmente sensibles.

Estaciones

El Insivumeh tiene tres estaciones en el país para medir la calidad del aire, una que está en el Aeropuerto de los Altos, en Quetzaltenango, la siguiente en el municipio de San Benito, en Petén, y otra en las instalaciones del instituto en la zona 13, capitalina. Los datos que arrojan se corroboran luego con información satelital.

Hernández menciona que ahora cuentan con nuevo equipo que les facilita hacer análisis más confiables, y se publican de manera semanal.

“Estamos en el proceso de instalar nuevas y más completas estaciones que nos permitarán medir otras variables, como la concentración de gases de efecto invernadero, y otros contaminantes”, agrega.

Polvo del Sahara

De acuerdo con el Insivumeh, el martes pasado ingresó una nueva nube del polvo que viaja desde el desierto del Sáhara, África, y se retiró al día siguiente. Sin embargo, se proyecta que a finales de esta semana e inicios de la otra ingrese otra nueva masa de polvo, será de mayor superficie y permanecerá por más tiempo en el país.

Entre el 8 y 14 de mayo llegó a Guatemala la primera corriente y en los departamentos de Izabal y Petén la concentración fue mayor.

Hernández indica que las partículas de polvo del Sahara son más grandes, con valores entre 10 y 25 micrómetros, por lo que los aparatos para medir la calidad del aire no las registran, y el monitoreo más bien se hace por medios satelitales.

El Ministerio de Salud ha informado que esta nube de polvo trasporta una mezcla de componentes minerales que pueden resultar dañinos a la salud, como mercurio, arsénico e isotopos radioactivos.

Las partículas también pueden transportar bacterias, hongos y virus que se hallan en el ambiente, entre otras sustancias tóxicas que provienen de pesticidas y herbicidas usados en actividades agrícolas.

Es usual que con la aparición del polvo proveniente del Sahara las personas lleguen a los servicios de salud con algunas molestias en las vías respiratorias, en los ojos, la piel o con problemas intestinales. Sin embargo, el cuadro no sería de gravedad.

Salud reporta hasta el 27 de mayo un incremento de 23.13% en los casos de Infecciones respiratorias agudas comparado con el mismo periodo del año anterior. Sin embargo, no hay evidencia de que estén vinculados al Polvo de Sahara, porque las consultas no se registran por evento.

La recomendación para reducir el impacto negativo a la salud es proteger la nariz y la boca con el uso de mascarilla -principalmente niños, mujeres embarazadas y adultos mayores-, cubrir los ojos con lentes y tapar los depósitos de agua de uso domiciliario que estén a la intemperie. Es importe acudir a los servicios de salud y no automedicarse en caso de presentar síntomas de infecciones respiratorias.

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